El 12 de enero pasado, cerca de las 16:30, un hombre de 33 años protagonizó un incidente en la intersección de las calles Independencia e Hipólito Yrigoyen.
Interceptó a la niñera de su hijo, que lo llevaba en brazos y la amenazó diciendo: “Dame a M. o te parto ese cascote en la cabeza”. No conforme con esto, el hombre se retiró para luego regresar con un arma de fuego apuntándole a la cara y diciéndole: “Primero me encargo de ella y después de vos hdp, me vas a pagar por todo lo que me hiciste”.
El agresor portaba un arma de fuego cargada en su camioneta. Posteriormente, al allanar su domicilio, se encontraron varias armas de fuego, municiones y otros elementos.
Este no fue el único acto de violencia. Tres meses antes, había amenazado a su pareja diciéndole “si te vas te voy a matar a vos y a los chicos”. En otra ocasión, la agredió físicamente en el domicilio que compartían, golpeándola en el rostro con un anillo y dejándole moretones en el ojo. En otras oportunidades la encerraba en el dormitorio para continuar con la agresión.
Menos de un mes después, el 7 de febrero de este año, en una audiencia flexible y multipropósito, el juez de Garantías interviniente dictó sentencia en este caso. El acusado fue condenado a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por ser autor de los delitos de amenazas agravadas por uso de arma de fuego; coacción (dos hechos); lesiones leves agravadas por la relación de pareja preexistente y de género.
Durante la audiencia las partes expusieron al juez que habían llegado a un acuerdo de juicio abreviado, mediante el cual el acusado reconoció su participación y responsabilidad en los hechos y prestó consentimiento a la pena acordada.
Deberá cumplir reglas de conducta, entre las que se destacan la obligación de someterse a tratamiento psicológico para abordar la violencia de género; prohibición de acercamiento a las víctimas (cien metros) y de ejercer actos de violencia verbal, física o psicológica contra ellas.
A pesar de lo manifestado por su pareja, que dijo no necesitarlo, el juez dispuso una consigna policial para proteger a las víctimas y ordenó que el Sistema Único de Monitoreo a Agresores (S.U.M.A.) para evaluar la factibilidad de implementar un sistema de monitoreo electrónico para ambas víctimas.