Un sujeto de 40 años fue condenado por el delito de estelionato. El acusado vendió como propios varios elementos que se encontraban en un local comercial luego de que le entregaran las llaves para que realizara trabajos de pintura durante un fin de semana.
El encargado del local dedicado a la venta de automóviles usados y electrodomésticos contrató al acusado, a quien le tenía cierta confianza pues era expareja de la cuñada del propietario. Un sábado, a las 13, le dio las llaves de ingreso para que continuara el trabajo encomendado durante el resto del fin de semana, mientras el lugar permanecía cerrado.
El lunes siguiente, por la mañana, descubrió al entrar que el trabajo de pintura no estaba hecho y que faltaba parte de la mercadería ofrecida para la venta: un automóvil Renault Clío con su respectiva cédula en el interior, una motocicleta Honda con su respectiva documentación, una motocicleta Motomel sin patentar, tres ventiladores, dos piletas, ocho colchones, un aire acondicionado usado, un cargador de batería de vehículo, un lavarropas cilíndrico, un Smart TV, un freezer y dos sillas.
El local contaba con cámaras de seguridad de circuito cerrado, desconectadas por el acusado.
Durante un juicio abreviado realizado en el marco del Plan Piloto de Oralidad, el juez Martín Pérez le impuso al sujeto la pena de seis meses de prisión condicional al considerarlo autor del delito de estelionato. Le fijó una serie de reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años, como someterse a un tratamiento por su adicción al juego previo informe de un profesional que acredite su necesidad y eficacia; prohibición de acercamiento a la denunciante y prohibición de cometer nuevo delito.
