El juez Eduardo Sángari condenó a un joven de 24 años a la pena de tres meses de prisión de ejecución condicional por el delito de robo simple.
Además, le impuso la obligación de cumplir reglas de conducta por un período de dos años. Entre ellas se destacó la prohibición de contacto por cualquier medio con la denunciante y prohibición de acercamiento a menos de cuatrocientos metros de ella. Finalmente, deberá someterse a tratamiento para sus adicciones al consumo problemático de drogas, ya que en la audiencia reconoció su adicción a la pasta base desde hace dos años y no había recibido tratamiento.
El otro acusado, de un hombre de 28 años, fue sobreseído en la causa a pedido de la fiscalía interviniente y recuperó su libertad una vez finalizada la audiencia.
La sentencia se dictó a raíz de un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron las partes durante la audiencia de flexible y multipropósito fijada en etapa de Garantías en el marco del plan piloto de oralidad.
El incidente ocurrió el 21 de diciembre de 2024, pasado el mediodía, cuando una mujer se encontraba en su domicilio y dos hombres ingresaron a su vivienda sin llave. El condenado, que era un vecino conocido de la víctima entró directamente a la vivienda, mientras que el otro hombre permaneció fuera del domicilio haciendo de campana.
La víctima sorprendió al acusado sustrayendo una mochila negra que contenía ropa deportiva. Al intentar detenerlo, el ladrón se defendió con un objeto cortante, hiriendo levemente a la víctima en un dedo. Tras el forcejeo, ambos individuos escaparon en diferentes direcciones.
Más tarde, el padre de la víctima se presentó en el lugar y esperó a los delincuentes. Cuando los vio, los increpó, lo que provocó una discusión en la que los delincuentes tomaron palos y el padre de la víctima un hierro.
Pasadas las 6 de la tarde la policía llegó al domicilio del principal acusado luego de un llamado de su madre, que autorizó el ingreso a la casa. Allí se encontraron los objetos robados. Los dos acusados fueron llevados a la dependencia policial, junto con los objetos secuestrados. La mochila y las prendas deportivas fueron identificadas por la víctima como sus pertenencias.
