El hecho terminó con una serie de violentos disturbios que incluyeron un incendio en la casa de la fiscal Patricia Hortel, que no interviene en el caso
En las últimas horas, la Policía Bonaerense arrestó a Nelson L. y Daniela A., padrastro y madre biológica de la niña de 13 años violada y embarazada que dio a luz a un bebé en el hospital Posadas de Saladillo la semana pasada. El hombre está acusado del abuso con acceso carnal propiamente dicho; la mujer, de encubrirlo con un falso testimonio agravado por su vínculo con la víctima.
Ambos fueron encontrados en un domicilio de la localidad vecina de Azul y comparecerán ante el fiscal del caso, Roberto Javier Berlingieri, en las próximas horas.
El caso generó una serie de situaciones de caos en el último fin de semana, donde una serie de turbas intentaron atacar la casa de la pareja detenida, así como el domicilio personal de la fiscal Patricia Hortel, que fue incendiado.
Hortel ni siquiera tomaba parte en el expediente, una versión fácilmente desmentible que fue agitada por una serie de rumores locales; policías de la Bonaerense tuvieron que apagar las llamas.
Hoy, el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta investiga la agresión a su colega, que fue repudiada en un comunicado por la Asociación de Fiscales de la Provincia de Buenos Aires, con dos hombres de la zona detenidos.
El caso comenzó a investigarse la semana pasada en la Comisaría de la Mujer de Saladillo, cuando la madre de la víctima reportó que la menor cursaba un embarazo de ocho meses. La nena, finalmente, dio a luz a una bebé en el Hospital Posadas.
Una versión inicial señalaba a otro acusado. Sin embargo, la menor, a mediados de la semana pasada, declaró en el hospital Posadas declaró que su abusador es su padrastro. Ayer domingo, según un reporte policial, madre y padrastro acusados fueron vistos y filmados por vecinos haciendo dedo en una ruta de la zona, lo que sumó al caldero de los indignados locales.
Así, comenzaron los disturbios. Primero, los violentos fueron hacia la casa de la familia de la víctima. Luego, el domingo por la noche, un grupo de “auto convocados bajo el lema de justicia por mano propia” se dirigieron hacia la casa de la fiscal Hortel y “prendieron fuego cubiertas y un colchón sobre vereda, afectando el portón de madera”, asegura otro reporte policial.
Otro rumor local indicaba que se habían hecho denuncias previas por los abusos, que habrían sido desoídas, algo que también fue desmentido por las autoridades.