Pese al rechazo de la comunidad internacional, el líder chavista extendió su mandato por otros seis años. En la previa a la asunción, el gobierno bolivariano cerró las fronteras. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, fue el único jefe de Estado que asistió a la ceremonia.
Tras jurar el cargo en medio de denuncias de fraude, Nicolás Maduro dio un largo discurso en el que volvió a denunciar un complot internacional, cargó contra “el imperialismo”, la derecha latinoamericana y el presidente Javier Milei, al que tildó de “nazi”, “sionista” y ‘”sádico social” y acusó de querer imponer al opositor Edmundo González Urrutia, considerado ganador por varios países.
“No aprendieron la lección de Guaidó. Cuando trataron de imponer a Juan Guaidó, creyeron que viniendose todos encima de Venezuela, el pueblo se iba a acobardar. No entiende la extrema derecha encabezada pro un nazi sionista, un sádico social llamado Javier Milei, junto al imperio norteamericano. Cree que le puede imponer a Venezuela un presidente. A Venezuela no le impone un presidente nadie en este mundo. Ni podrán jamás. Un Guaidó 2.0 le dice el pueblo en las calles. Un Guaidó nuevo y viene con el mismo bagaje”, sostuvo Maduro en alusión a González Urrutia.