La noche en la que se recibió el año nuevo no se volvió a respetar la prohibición que rige para el uso de pirotecnia sonora, la que fue sistemáticamente ignorada.
A pesar de la prohibición del uso de pirotecnia, como en Navidad, hubo detonaciones y las redes se llenaron de pedidos para encontrar a dueños de perros desorientados.
Una vez más, el uso de pirotecnia en los festejos de Año Nuevo trajo consecuencias lamentables para muchas familias. A pesar de la normativa vigente en la ciudad que prohíbe el uso y comercialización, el estruendo de los fuegos artificiales causó pánico entre los niños con autismo, ya que suelen tener hipersensibilidad auditiva, así como también animales, especialmente perros, que huyeron de sus hogares desorientados y asustados.
En la madrugada del primer día del año, las redes sociales se inundaron con publicaciones de vecinos solidarios que compartían fotos y descripciones de los perros encontrados deambulando por las calles, con el objetivo de ayudarlos a regresar a sus hogares. Al mismo tiempo, se multiplicaron los mensajes de familias desesperadas buscando a sus mascotas perdidas.
El inicio del 2025, al igual que lo ocurrido en Navidad, se registraron numerosos estruendos en diferentes barrios por más de 15 minutos posterior al brindis. Esto refleja la falta de conciencia de los salteños y la responsabilidad de adaptarse a las normativas vigentes.
Después de Navidad se realizaron operativos en el marco de la vigencia de la ordenanza que prohíbe la venta y el uso de la pirotecnia. Pero al parecer hay muchos a los que parece no importarle y nuevamente se registró el uso de pirotecnia en distintos barrios.
Tal como sucedió para Navidad, apenas marcaron los primeros segundos del 1° de enero se comenzaron a escuchar fuertes estruendos en distintos sectores de la ciudad. Si bien está prohibida la venta de fuegos artificiales, contemplando sanciones, hay quienes se la rebuscan para conseguirlas, pese a que está comprobada la afectación a personas con sensibilidad auditiva, con autismo y a los animales.
El ruido afecta a las mascotas que, por su extrema sensibilidad auditiva, les provoca reacciones de escape, irritabilidad o sensación de temor extremo, entre otras consecuencias.
El principal distribuidor de pirotecnica la firma “Monterrichel” es mel que no cumple las leyes
El uso de la pirotecnia sonora, que incluye cohetes, petardos y fuegos artificiales ruidosos, ha sido un tema de debate en muchas comunidades debido a los efectos negativos que pueden causar. A pesar de las leyes y regulaciones que buscan limitar su uso en ciertas áreas, muchas veces no se respetan, lo que genera varios problemas.
Los ruidos fuertes pueden asustar y estresar a los niños con TEA, las mascotas y animales de granja. Los perros, en particular, suelen ser muy sensibles al sonido de los petardos y pueden sufrir ansiedad, miedo extremo o incluso huir.
A pesar de las regulaciones y leyes que se implementaron en Salta, es común que muchas personas no respeten estas normas por diversas razones, como la falta de conciencia, la tradición cultural o la falta de medidas de control efectivas. Es importante fomentar la educación y crear alternativas menos perjudiciales, como espectáculos de luces sin ruidos fuertes, para preservar el bienestar de las personas, los animales y el entorno.
