Una vez más, en el marco por los festejos de Navidad, el Hospital Materno Infantil registró pacientes pediátricos en guardia por quemaduras debido al uso de pirotecnia. En total, cuatro niños resultaron heridos en su rostro y manos a causa de la manipulación de estos elementos con pólvora.
De acuerdo con los datos arrojados por el Hospital Materno Infantil, tres de ellos sufrieron lesiones en sus ojos, mientras que un cuarto chiquillo padeció heridas en su ojo y en su mano. Pese a la gravedad de este estado y la exposición del peligro a los que se enfrentaron, todos ellos fueron asistidos mediante el sistema ambulatorio, es decir, no han quedado internados. No obstante, una vez más quedó al descubierto la falta de regulación y cumplimiento de la Ley Provincial N°8340.
En este marco, la normativa prohíbe el uso, comercialización, fabricación, acopio y gasto de elementos pirotécnicos con efectos sonoros. Sin embargo, la venta de este tipo de explosivo todavía sigue siendo culturalmente adoptada por aquellos salteños que le gusta correr riesgo de lesiones físicas -incluida la muerte- con tal de festejar evadiendo a lo que establece la ley.
En este marco, tras la aparición de estos casos de pacientes pediátricos quemados por el uso de pirotecnia en el Hospital Materno Infantil, la organización de Padres TEA (personas cuyos hijos padecen del Trastorno del Espectro Autista) señalaron que las autoridades no llevan a cabo una tarea de control adecuada para prevenir la venta ilegal de estos productos como así también la aplicación de las multas correspondientes a quienes hagan uso de las mismas. “Fueron 30 minutos de intenso ‘bombardeo”, remarcó Luis González, presidente de la fundación.
Una de las cuestiones en la que González hizo referencia fue a la falta de supervisión estatal debido a que, en la ciudad de Salta se podía apreciar pequeños puestos de pirotecnia cada pocos metros. A la vista de todos, sin el control y la sanción de nadie. Además, remarcó que este año se duplicó el uso de pirotécnica, aunque en algunos barrios se escuchó más que en otros. Cabe resaltar que no sólo a las personas con TEA afecta esta “forma de festejar la Navidad”, sino que los animales y las personas con hipersensibilidad sonora pueden sufrir estrés y crisis nerviosas por la magnitud de los estruendos.
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