El concejal Kevin Choza ha recibido una Carta Documento que lo intima a desalojar la vivienda que ocupa ilegalmente. De no cumplir con esta exigencia, se iniciarán acciones legales civiles y penales en su contra.
La vivienda en cuestión fue alquilada al concejal en diciembre de 2018. Aunque pagó algunos meses, se negó sistemáticamente a cumplir con los acuerdos de pago, ignorando los reiterados reclamos. Ambas mujeres que tenían a su cuidado la casa, fueron víctimas de amenazas y maltratos por parte de Choza. La situación se agravó cuando los legítimos herederos, ancianos, intentaron mediar y fueron igualmente maltratados por su entorno.
Lo más alarmante de este caso es el uso del poder político oficialista de Choza para realizar supuestas maniobras fraudulentas:
1. Cambió la titularidad del servicio de electricidad en Edesa.
2. Modificó a su nombre o del padre para el pago de los impuestos y tasas municipales de la propiedad.
3. Presentó declaraciones de residencia y convivencia supuestamente falsas.
4. Inició él o a nombre de su padre, un juicio veinteañal con argumentos insostenibles, dado que su residencia en la ciudad comenzó en 2018, algo de conocimiento público en General Güemes.
Este comportamiento no solo es incompatible con su rol de funcionario público, sino que evidencia un posible abuso de poder más el agravante de ser oficialista y Presidente del Cuerpo, que debería ser investigado por el Concejo Deliberante.
Sin embargo, el silencio de los demás concejales refleja una preocupante complicidad. El miedo a perder supuestos beneficios económicos, contratos y prebendas parece estar por encima del deber de garantizar la ética en la función pública.
