Un comercio de Rosario de Lerma tuvo que ser clausurado luego de que una inspección bromatológica detectara alimentos adulterados. En el operativo, varios locales presentaron graves problemas de seguridad alimentaria.
Los inspectores de bromatología quedaron shockeados al encontrar que en un comercio teñían la sémola de rojo en tachos -aún no saben con qué colorantes- y la mezclaban con un poco de pimentón verdadero para fraccionarla y venderla. Todo bajo pésimas condiciones higiénicas e incumpliendo los mínimos requerimientos de limpieza y salubridad.
La maniobra de modificar intencionalmente un producto alimenticio para obtener beneficios económicos, poniendo en riesgo la salud de los consumidores, está totalmente prohibida por ley. El comercio fue inmediatamente clausurado y se continuarán los trámites administrativos para aplicar más sanciones.
Desde bromatología indicaron que varios locales presentaron deficiencias en la estructura edilicia, que no garantizan la seguridad de quienes los visitan y falta de orden al no contar con un ambiente organizado y seguro.
