Le otorgaron la prisión domiciliaria al ex cura abusador Agustín Rosa Torino, condenado a 12 años de carcel

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El Tribunal de Impugnación de Salta decidió otorgarle este beneficio tras análisis médicos que señalan riesgos de salud. El exsacerdote está condenado a 12 años de prisión por abusos sexuales cometidos entre 2009 y 2012. El caso había sido destapado por la investigación “La congregación de los Malos hábitos” de TN.

La Justicia salteña le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria a Agustín Rosa Torino, el ex cura condenado a 12 años de cárcel efectiva por el abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y el abuso sexual simple agravado contra una tercera. Los ataques habían sido cometidos en Instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, en Salta, que había fundado. El caso fue revelado en la investigación “La congregación de los Malos hábitos” de TN.

En 2023 la defensa de Rosa Torino ya había solicitado la domiciliaria, que fue rechazada entonces por la Sala IV del Tribunal de Juicio. Sin embargo, la Sala I del Tribunal de Impugnación de Salta decidió ahora otorgarle el beneficio ante estudios médicos que advierten problemas de salud, agravados a su avanzada edad.

El cura siempre negó las acusaciones en su contra. Durante el juicio, declaró ser “un hombre honorable” y denunció un supuesto “complot” en su contra.

“Los juegos sexuales eran comunes”: el terrible relato de la exmonja que denunció al excura Agustín Rosa

Una de las víctimas que declaró como testigo era la exmonja Valeria Zarza, que trabajó durante 10 años al lado de Rosa: fue su asistente personal y encargada de los retiros que hacían. Varios de ellos le confesaron haber sido víctimas de abusos sexuales, acosos o manoseos por parte de algún miembro de la comunidad.

Ante el tribunal, contó que desde que ingresó en el año 2000 en el círculo privado de Rosa dentro de la congregación que este dirigía, empezó a sufrir “humillaciones y tocamientos, con chirlos y roces en sus partes íntimas”. También fue cuando empezó a escuchar hablar sobre “abusos en la comunidad” y “jóvenes que eran encontrados en la cama con Rosa”. “Él decía que era muy común que en los conventos haya juegos sexuales, que si sabía de algo que los mande a hablar con él”, relató ante los jueces.

Por otro lado, contó que dentro de la congregación los hacían pasar por locos cuando se hablaba de abusos y que muchos integrantes, incluida ella, fueron tratados con medicamentos psiquiátricos recetados por un médico clínico que estaba relacionado a la comunidad.

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