La familia de Romina Adén (40) cree que su exmarido la asesinó cuando se quedó sola en su casa. Estuvieron casados por nueve años. Hace dos meses, ella decidió terminar la relación.
a ciudad cordobesa de Alta Gracia está conmocionada por el crimen de Romina Adén, una preceptora de 40 años a la que encontraron muerta en la bañera de su casa. Estaba ahorcada, tenía un profundo corte y estaba llena de sangre.
Según informó El Doce, la Policía empezó a buscar este viernes por la mañana a su exmarido Cristian Muñoz, ya que era el principal sospechoso. Poco tiempo después, descubrieron que el hombre se había ahorcado en una zona cercana al parque García Lorca.
Romina Adén tenía 40 años, era preceptora y fue asesinada por su expareja y padre de sus tres hijos
El crimen ocurrió en la noche del jueves cuando Romina estaba sola en su casa en el barrio Don Bosco, ya que dos de sus hijos menores se habían quedado a dormir en la casa de la abuela paterna -donde vivía Muñoz- y la mayor de 22 años se había ido a lo de su novio.
A través de mensajes de texto, el presunto asesino se enteró que su exmujer se había quedado en la casa. “Cristian le escribió para decirle que los hermanos ya estaban con él y le consultó qué había hecho ella. Cuando ella le dijo que estaba en lo del novio, él le respondió: ‘Ah, mamá está sola entonces’ y ella le dijo que sí”, contó una persona cercana a la víctima en declaraciones a El Doce.
Los vecinos contaron que se escucharon gritos y cosas que se rompían. Además, afirmaron haber visto al sospechoso irse del lugar en la madrugada.
Cristian Muñóz, la expareja de la víctima, se ahorcó después del crimen
En la mañana de este viernes, el padre de Romina la pasó a buscar por su casa como hacía todos los días para llevarla hasta su trabajo, en el Instituto Manuel de Falla. Al llegar, Adén no le abría ni le respondía los mensajes, por lo que empezó a llamarla.
“Ahí llamó a la nieta y le pidió que fuera, que Romina no le abría y que escuchaba el teléfono”, relató la misma persona. La chica de 22 años llegó hasta su casa, abrió la puerta y junto a su abuelo buscaron en toda la casa. En el baño encontraron una escalofriante escena: la mujer estaba muerta en la bañera, tenía un profundo corte y estaba ensangrentada.
Después de que la familia alertara que Muñoz había estado en la casa durante la noche anterior, los policías empezaron a buscarlo. Así fue cómo descubrieron que el principal sospechoso se había matado después del homicidio.