Ciego y con prisión domiciliaria seguía manejando desde su casa una organización narco

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La Renault Kangoo detenida en Oran, junto a una de las mochilas que contenía la cocaína

La pena es fruto de la unificación con otra anterior. El condenado es una persona no vidente que, por su discapacidad, había sido beneficiado con el arresto domiciliario en el marco de una condena impuesta en 2022 por narcotráfico. Desde su casa dirigía las operaciones de tráfico que, entre otras tareas, incluían viajes a Bolivia para “negociar” la adquisición del estupefaciente.

Como consecuencia de una investigación llevada adelante por el Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, el juez federal de Garantías N°1 de Salta, Julio Bavio, condenó a 5 años de prisión por el delito de transporte de estupefaciente, en calidad de coautor, a Armando Escalante, una persona no vidente que, por su discapacidad, se encontraba cumpliendo una pena anterior por el mismo delito y grado de autoría y que, en ese contexto, reincidió.

En efecto, el juez Bavio declaró reincidente al condenado en relación a la pena que le había impuesto el 2 de agosto de 2022 en un acuerdo de juicio abreviado a 5 años y 6 meses de prisión.

En vista de este antecedente, el juez unificó las penas en una única de 7 años y 6 meses de prisión efectiva. En el mismo fallo -dictado el 13 de agosto pasado como consecuencia de un juicio abreviado- Bavio también condenó a Rubén Escalante, hermano de Armando, a 5 años de prisión por el mismo delito. La sentencia ordenó el decomiso de un automóvil y una suma de 79 mil pesos.

El fiscal Toranzos expone en la audiencia de formalización de la imputación realizada en mayo.

El caso fue llevado adelante por el fiscal federal a cargo del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, Ricardo Rafael Toranzos, quien lo formalizó el 10 de mayo pasado ante la jueza federal de Garantías N°2, Mariela Giménez. En esa ocasión, Armando Escalante fue sindicado por la fiscalía como el principal responsable de un transporte de 49 kilos de cocaína que había podido ser neutralizado.

Indicó que la investigación que permitió dar con el imputado surgió de otra que personal de Gendarmería Nacional llevaba adelante en torno a una organización que obtenía la droga en la frontera y la trasladaba al sur del país, previo paso por la ciudad de Orán, donde la droga se acopiaba.

Bajo esa hipótesis, la fiscalía estableció que, Armando Escalante, junto a otro cómplice que fue declarado prófugo e identificado como Víctor Sánchez, dirigían una dotación de mochileros que cruzaban la frontera a la altura de la localidad de Aguas Blancas, en el límite fronterizo.

De acuerdo con la acusación, Escalante era quien demarcaba el itinerario que debían hacer los cargadores por una densa zona de monte hasta una finca del lado argentino, donde la droga se acumulaba y pasaba a una etapa de “enfriamiento” hasta que nuevamente salía en tránsito hacia Salta.

En materia probatoria, la fiscalía destacó varios diálogos extraídos de escuchas telefónicas en las que el acusado coordinaba los viajes de los mochileros hacia Argentina. En ese marco, el viernes 3 de mayo pasado, el imputado acordó una reunión con Sánchez en un lugar no determinado del paraje “El Orejón”, en Bolivia, donde iban a recibir un cargamento de 49 kilos de cocaína y coordinar su ingreso a este país.

Esta pista se robusteció con un dialogo registrado tres días después, el 6 de mayo, en el que Sánchez le confirmó a Escalante la entrega: “Esta tarde te entrego”, le dijo. En respuesta, el líder de la organización le respondió: “Sí, porque la gente ya está esperando”.

Posteriormente, los imputados dejaron de comunicarse, por lo que no se pudo establecer el lugar exacto del encuentro, aunque sus movimientos estaban siendo vigilados. Eso permitió detectar la presencia de Rubén Escalante el 7 de mayo por la tarde, cuando circulaba por las calles de la ciudad de Orán al volante de un utilitario Renault Kangoo.

Según la fiscalía, seguía el diagrama armado por su hermano: se detuvo en la calle Corrientes, entre Alberdi e Independencia, junto a un auto Chevrolet Spin estacionado en el lugar. Allí bajó y sacó del asiento trasero una mochila, con la cual se dirigió al vehículo, momento en que el conductor descendió para recibir la carga.

En ese instante, personal de seguridad, tanto del Grupo Operativo Conjunto del NOA como de la Unidad de Procedimientos Judiciales de Orán de la Gendarmería Nacional, entró en acción y detuvo a Rubén Escalante, quien arrojó la mochila al suelo e intentó sin éxito darse a la fuga. El receptor de la droga, en tanto, logró subir al coche y huir.

Durante la requisa de la Renault Kangoo se determinó que eran dos las mochilas, con un peso total de 49 kilos y 672 gramos de cocaína. A partir de allí, se avanzó con una serie de allanamientos y con la detención del jefe de la organización y de Peralta, quien finalmente fue sobreseída a pedido de la fiscalía, en razón de que no se lograron reunir suficientes elementos de prueba en su contra.

Prisión en un establecimiento penitenciario

Armando Escalante deberá cumplir la nueva pena en el Complejo Penitenciario Federal NOA III, sin ninguna chance de ser beneficiado otra vez con el arresto domiciliario.

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