En la madrugada del 16 de marzo de 2024, un hombre en estado de ebriedad tomó un taxi en la esquina de calle Jujuy y avenida San Martín. Lo que parecía ser un simple viaje nocturno terminó en un caso de hurto y estafa que dejó a la víctima sin sus pertenencias y con cargos no autorizados en sus tarjetas de crédito.
El pasajero, que se encontraba visiblemente alcoholizado, fue conducido por el taxista hacia una ubicación no acordada. Cuando detuvo el vehículo, el chofer le avisó que habían llegado y lo ayudó a bajar del vehículo solo para subirse rápidamente y marcharse con las pertenencias del hombre aún dentro del taxi. Horas más tarde, el taxista utilizó las tarjetas de crédito del damnificado para realizar compras y extracciones de dinero, hechos que quedaron registrados en las cámaras de seguridad del local.
Se llevó a cabo una audiencia flexible y multipropósito fijada por la Oficina Judicial de Garantías (OfiJu) en el marco del plan piloto de oralidad durante la cual el defensor del acusado solicitó su libertad argumentando que había estado detenido casi dos meses y proponiendo una caución de parte de la pareja del acusado. Sin embargo, el fiscal se opuso indicando que las circunstancias que llevaron a la prisión preventiva no habían cambiado.
Finalmente, la jueza Ada Zunino resolvió mantener la prisión preventiva del acusado, que fue imputado como presunto autor de los delitos de hurto y estafa por el uso de tarjeta de crédito en concurso real, y luego dictó una resolución en la que ordenó la remisión a juicio de la causa. En tanto, el hombre de 33 años continuará detenido.
