Érika de Souza intentó simular que su familiar firmaba un documento para retirar el efectivo. Ocurrió en Río de Janeiro.
Una mujer llevó el cadáver de su tío a un banco para retinar 17.000 reales, unos 3.200 dólares. El insólito hecho ocurrió en una sucursal ubicada en Bangu, al oeste de Río de Janeiro, Brasil.
Érika de Souza trasladó el cuerpo en una silla de ruedas, se puso frente a un mostrador e intentó hacer que su tío “firmara” un documento para retirar el efectivo.
Los empleados del banco sospecharon rápidamente de las intenciones de la mujer, decidieron grabar todo y llamar a la Policía, que acudió a la sucursal y la detuvo.
En las imágenes, se observa cómo la mujer intenta, en reiteradas ocasiones, sujetar un bolígrafo con la mano del fallecido para firmar la documentación.
Se llega a escuchar que dice: “Puedo hacer lo que quiera. Como el documento que está aquí: Paulo Roberto Braga (el nombre de su tío). Se lo sostengo, se lo sostengo”, expresó respecto al bolígrafo.
“No lo sostuvo, lo soltó”, llegó a decir la empleada bancaria ante la mirada atenta de la mujer, que veía como estaban descubriendo la farsa.
Sin embargo, lejos de atinar por irse del lugar, insistía en su misión: que su tío fallecido “tome el bolígrafo” con su ayuda.
“No creo que esté bien”, replicó la empleada. “¿Está sola?”, le consultó otra trabajadora del lugar, a lo que Érika de Souza afirmó: “Sí”.
“No está bien. Mira el color”, insistió una de las empleadas del banco. “Pero él es así”, respondió la sobrina del fallecido. En ese momento, hizo como que lo llamaba: “Tío, tío”, le dijo. “Si no te recuperas tendremos que ir al hospital”, sugirió. Pero insistió: “Quiero que lo vuelvas a hacer”. Ahí de nuevo puso el bolígrafo en su mano.
Si bien en las imágenes que circularon no se llegó a ver, al terminar esa situación llegó la Policía y procedió a revisar el cuerpo y constatar que la persona en cuestión había fallecido.
Los agentes abrieron una investigación para conocer si la relación de parentesco es real y si la mujer puede estar involucrada en la muerte de Paulo Roberto Braga.