En la madrugada del lunes, un hombre privado de su libertad fue asistido en el hospital San Vicente de Paúl de Orán por un fuerte dolor abdominal. Luego de realizarle unas placas determinaron que tenía dentro de su cuerpo un teléfono celular.
Según la información a la que accedió, el recluso fue “incentivado” por un compañero de celda y se introdujo el aparato en el recto para evitar una requisa en la celda.
El preso de 32 años fue intervenido quirúrgicamente para poder retirarle el aparato.
La fiscalía dispuso que una vez extraído el teléfono se proceda al secuestro.
Criminalística dejó documentado el hecho mediante croquis, inspección ocular, levantamiento de rastros y tomas fotográficas.
Fuente: Norte Ya