Una mujer radicó denuncia contra su expareja, de quien se separó en 2018. Contó que no es la primera vez que lo denuncia, y que todas las ocasiones fueron por hechos similares. Agregó que tienen dos hijos en común y que cuenta con botón antipánico.
Dijo que ese día fue a llevar a sus hijos al colegio, y que cuando volvía por la avenida Patrón Costas, mientras esperaba el verde del semáforo en la intersección de Jaime Duran, advirtió que los otros vehículos le tocaban bocina y le hacían juego de luces, pero que no entendió por qué lo hacían. Así, cuando puso en marcha el vehículo sintió un poco extraña la dirección del mismo, por lo que frenó y se bajó. Fue en ese momento que vio que la rueda trasera del lado derecho presentaba un tajo de grandes dimensiones, evidentemente causado de manera intencional.
Contó que una patrulla motorizada se acercó le informaron que habían demorado a un hombre que transitaba en moto, a quien algunas personas que se encontraban en el lugar señalaban como el responsable del hecho. Al darle las descripciones de la persona lo señaló como su expareja.
La mujer solicitó al finalizar la denuncia que se tomen las medidas legales ya que es víctima de hostigamiento y persecución constante, y que por el hecho siente temor real por su vida.
El hombre fue detenido por el Juzgado de Garantías en turno, y la fiscalía interviniente solicitó se le imponga la prisión preventiva. Ante ello, se dio intervención a la Oficina Judicial de Garantías (Ofiju), que fijó la audiencia flexible y multipropósito en el marco del plan piloto de oralidad.
En ese contexto, la jueza Gabriela Romero Nayar escuchó a las partes, que expusieron que habían llegado a un acuerdo de juicio abreviado, el que declaró procedente.
Marcos Pittalunga, de 53 años, reconoció ser autor del hecho denunciado, y fue condenado a la pena de un año de prisión de ejecución condicional por ser autor de los delitos de ocho hechos de desobediencia judicial, un hecho de amenazas y cinco hechos de daños.
Durante dos años deberá fijar domicilio y comunicar cualquier cambio al Tribunal. Además, tendrá prohibido acercarse y ejercer actos violencia física o psicológica en perjuicio de la víctima, por cualquier medio o persona. También tendrá la obligación de realizar tratamiento psicológico y abstenerse de usar estupefacientes o de abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas. Deberá también someterse al Cuidado del Programa de Inserción Social para Liberados de la Provincia de Salta.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría revocarse la condicionalidad de la pena impuesta.