Saliendo desde Payogasta hay un recorrido espectacular para hacer por el medio de los valles calchaquíes.
El Norte Argentino ofrece una multiplicidad de paisajes espectaculares y muchos de ellos están en la provincia de Salta, que cuenta con localidades muy lindas como Payogasta, la capital nacional del pimiento, y Salta Capital con su histórica plaza central rodeada por la Catedral y el famoso Museo de Alta montaña.
Ambas localidades se unen mediante un recorrido de 151 kilómetros que tiene grandes puntos panorámicos por la Ruta Provincial N° 33 y la Ruta Nacional N° 68, que se realiza en poco más de tres horas en auto (un naftero estándar consume 15 litros y gasta $ 2.925) y que atraviesa el famoso Parque Nacional los Cardones.
Saliendo desde Payogasta el primer punto turístico que se toca es la imponente Cuesta del Obispo, un tramo zigzagueante y empinado de la RP N° 33 que está ubicado entre el paraje Maray de la quebrada de Escoipe y la Piedra del Molino (3.348 metros sobre el nivel del mar).
Es un camino pintoresco e imponente y hay que tener mucho cuidado a la hora de manejarlo porque hay curvas muy cerradas y precipicios, aunque las vistas son de ensueño. En este trayecto se destaca el “Mirador de los Valles Calchaquíes” que está enmarcado en el medio de un paisaje espectacular rodeado de sierras de distintos colores.
Tanto la Cuesta del Obispo como una gran parte del trayecto por la RP N° 33 se realiza atravesando el Parque Nacional Los Cardones, que fue creado en 1996 y posee más de 64 mil hectáreas en las que predominan los cactus, los cardos y un paisaje árido. En el medio de este trayecto se encuentra la famosa “Recta del Tin Tin”, que tiene 19 kilómetros y en la que muchas turistas suelen sentarse cuando no pasa ningún auto para tomarse una foto como recuerdo.
¿Qué se puede hacer en el Parque Nacional Los Cardones?
Además de recorrer la desértica belleza del Parque Nacional por una ruta en buenas condiciones, se pueden sacar fotografías, hacer travesías, caminatas y observación de flora. Los cardones en su árido silencio, impresionan con su porte firme sobre la tierra. También se puede avistar fauna autóctona como guanacos, zorros colorados, zorros grises, chinchillones, pumas, pericotes andinos y los quirquinchos chicos.
