Cachete sentenció una final apasionante en Budapest y le dio un nuevo título continental al conjunto español. Paulo Dybala anotó un gol para los italianos en el tiempo regular
En una final apasionante, Sevilla se consagró campeón de la Europa League por séptima vez en su historia al derrotar en los penales a la Roma en el Puskas Arena de Budapest, gracias a un penal convertido por Gonzalo Montiel en la definición desde los doce pasos que se dio tras el empate 1-1 en el tiempo regular.
En un encuentro con presencia argentina en el campo de juego, el elenco andaluz confirmó su reinado en la segunda competición más importante del Viejo Continente y se quedó con el título en la tanda de penales, en la cual se impuso 4-1. El conjunto dirigido por José Mourinho se había adelantado en el marcador tras un gol de Paulo Dybala a los 35 minutos del primer tiempo, pero a los 55, Gianluca Mancini convirtió en contra la igualdad para la escuadra española.
Si bien la Roma estuvo muy cerca de ganar el encuentro en la última jugada del tiempo extra, no tuvo suerte en los penales, donde Bono le contuvo el remate a Mancini. El palo le negó el descuento a Roger Ibañez y Sevilla hizo gala de su efectividad. Convirtieron Lucas Ocampos, Erik Lamela, Ivan Rakitic y Montiel, quien ejecutó dos veces el decisivo penal tras el adelantamiento de Rui Patricio en el primer intento.
El espectáculo se vivió con una intensidad notable en las gradas y en la cancha. Es que el conjunto italiano salió a presionar a su rival a través de las intervenciones de Dybala, Leonardo Spinazzola y Tammy Abraham, mientras que el combinado español apostó por la jerarquía individual de Youssef En-Nesyri y la velocidad de Lucas Ocampos.