Efectivos federales recorren las calles de barrios calientes de Santa Fe. Es el octavo desembarco de las fuerzas desde 2014. La ciudad acumula 66 crímenes en lo que va del año.
Luego del anuncio del presidente Alberto Fernández y del discurso del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, efectivos de Gendarmería patrullan las calles de los barrios de Rosario. Se trata del octavo desembarco de las fuerzas federales desde 2014.
Durante la mañana de este miércoles se vieron camiones de Gendarmería recorriendo las calles de Rosario, mientras eran aplaudidos por los vecinos. “Estábamos esperando que llegaran porque la venta de drogas es muy fuerte acá. En este barrio murieron dos chicas en las últimas semanas”, contó una vecina del barrio Villa Banana.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, junto con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y el ministro de Seguridad provincial, Claudio Brilloni, lanzaron esta mañana el operativo de seguridad en Rosario. En la presentación, Fernández dijo: “Vinimos para llegar al hueso y terminar con el narcotráfico”.
“Hay que hacer un trabajo muy profundo, nada de lo que hay que hacer es simple, es imperioso que lleguemos hasta el hueso”, agregó el titular de la cartera de Seguridad ante la mirada de cientos de gendarmes y policías federales.
El martes llegaron a Rosario 200 integrantes del cuerpo de Gendarmería que viajaron desde el destacamento de Colonia Caroya, Córdoba. Como parte de las medidas que anunció Alberto Fernández la Compañía de Ingenieros del Ejército trabajará en la urbanización de los barrios populares de la ciudad santafesina. La Casa Rosada apunta a aumentar a 1400 los efectivos asignados al Comando Unificado de las Fuerzas Federales.
Durante la tarde de este martes, el Ministerio de Seguridad informó que Gendarmería Nacional incautó cocaína fraccionada para su comercialización y detuvo a una persona. Fue durante un patrullaje a pie en las inmediaciones de la zona conocida como “Vía Honda”. El detenido había intentado darse a la fuga tras escuchar la voz de alto.