Único en el mundo por sus avanzadas características, está emplazado a 4.980 metros sobre el nivel del mar. El proyecto internacional servirá para medir señales del cosmos a 13.800 millones de años en el tiempo.
El desafío es enorme y de comprobarse, reescribirá los libros de historia y cosmología: comprobar científicamente la teoría del Big Bang y la expansión del Universo.
Y para comprobar tremendo hito, un equipo internacional de científicos, incluidos argentinos, eligió al paraje salteño de Alto Chorrillos, a 4.980 metros sobre el nivel del mar, para emplazar el avanzado y único observatorio en todo el mundo, llamado QUBIC, capaz de dar una respuesta científica a las preguntas sobre el origen de todo lo que hoy conocemos. Ese observatorio fue inaugurado ayer e Infobae estuvo presente en este histórico evento que es el punto de partida de una investigación inédita y que podría revelar uno de los misterios más importantes de la humanidad. ¿Cómo comenzó todo lo que conocemos?
“La humanidad tiene preguntas sobre el origen del universo desde que tenemos memoria, y este es un muy valioso esfuerzo para buscar precisiones. La teoría del Big Bang afirma el paradigma de la inflación universal, y este paradigma plantea fuertes cambios gravitacionales en el origen del universo que necesariamente deberían haber polarizado el segmento del espectro electromagnético que conocemos como radiación de fondo. Si llegamos a encontrar esa radiación polarizada de hace 13.800 millones de años, podríamos estar frente a la evidencia que pruebe la teoría del Big Bang y con esa certeza abrir nuevas preguntas sobre nuestro universo. Y este instrumento es la clave para ello ya que tiene la singularidad de combinar la bolometría con la inferometría en un solo telescopio, que buscará identificar lo que se conoce como radiación de fondo polarizada”, explicó a Infobae Alberto Etchegoyen, representante argentino del proyecto QUBIC y director del Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITeDA).
Así el Proyecto QUBIC (Q-U Bolometric Interferometer for Cosmology o bien Q-UInterferómetro Bolométrico para Cosmología) busca con una serie de seis aparatos detectores, encontrar por primera vez en la radiación de fondo cósmico el rastro de las ondas gravitacionales primordiales que tuvieron lugar luego de la primera explosión del universo. Según precisó Etchegoyen, director del observatorio astronómico Pierre Auger situado en Mendoza, con esta investigación se buscan las dos formas de polarización del campo eléctrico de la radiación del fondo cósmico (CMB, por Cosmic Microwave Background), que es un remanente fósil del origen del Universo que podría servir como indicador de la existencia de ondas gravitacionales primordiales generadas en las primeras etapas del Big Bang.
El fondo cósmico de microondas es la radiación remanente, reliquia del origen del Universo, que quedó a partir del desacoplamiento de los fotones de la materia que tuvo lugar durante el Universo temprano, unos 380.000 años después del Big Bang.El proyecto internacional especifica que la instalación de los módulos debe realizarse en un sitio con una altitud donde la atmósfera sea extremadamente seca y limpia, para optimizar la detección de la débil señal producida por esta polarización por sobre el ruido natural. Es por eso que se eligió la localidad argentina de Alto Chorrillos, cerca de San Antonio de los Cobres, a 4.980 metros de altitud. “Se trata de la última tecnología y más avanzada que existe en el mundo. Son sensores criogénicos que reciben la señal cósmica, la cual produce un cambio en la temperatura del mismo. Al no existir ruido electrónico ni ninguna otra interferencia, es posible medir con mayor precisión la onda recibida”, agregó el experto.