Un joven de 15 años murió apuñalado esta madruga en una fiesta clandestina realizada en una casa ubicada en el paraje Cuña Muerta en el acceso norte a Tartagal.
La victima identificada como Nicolás recibió una puñalada en medio de una gresca con otros jóvenes asistentes al evento.
Dos chicas que lo acompañaban llamaron dos veces al 911 para solicitar ayuda, pero la policía ni la ambulancia nunca llegaron.
Por ese motivo el muchacho herido de muerte fue cargado por las dos jóvenes en una motocicleta y trasladado al hospital Juan Domingo Perón, donde ingresó y a los pocos minutos dejó de existir.
La fiesta clandestina comenzaba a las 18 y finalizaba a las 6 de la mañana y la entrada estaba fijada en 500 pesos y circulaba por todas las redes sociales.
La policía de Tartagal nunca se enteró que en el lugar se desarrollaba una fiesta clandestina con más de 200 jóvenes muchos de ellos menores de edad y donde había un descontrolado consumo de bebidas alcohólicas.
