Los novios quieren esa foto especial. Un paisaje majestuoso. El manto de viñedos del color verde al naranja, la cordillera con sus picos nevados y una copa de espumante en la mano. Es la postal de las bodegas en Mendoza que atrae al turismo de bodas de destino.
Las parejas de brasileños que elijen celebrar su casamiento en la tierra del Malbec están en aumento, Fueron más de 50 bodas de extranjeros, desde marzo a septiembre, de acuerdo con el relevamiento de operadores turísticos y bodegas locales.
Algunos novios prefieren celebraciones íntimas con 30 o 40 invitados. Otros, trasladan a más de 150 invitados, lo que implica todo un desafío en logística y organización.
“Para los feriados de Tiradentes y San Jorge , entre el 21 y 23 de abril, hubo cinco casamientos simultáneos de brasileños en bodegas mendocinas”, cuenta Roberto Cohen, experto organizador de bodas, desde Brasilia.
Una de las razones que alientan las bodas de destino es que la depreciación del peso argentino frente al real favorece los bolsillos de los brasileños. Sin embargo, las parejas consultadas por Clarín dijeron que “no son casamientos económicos” porque las tarifas están dolarizadas y es cuantioso el gasto en traslado y estadía.
Solo para la fiesta, los novios deben invertir alrededor de 1.000 dólares por invitado. Allí se incluyen las dos recepciones (pre boda y boda), la decoración, la comida, la bebida, los transfers y hasta las hawaianas de regalo para el baile. Aparte, están los gastos en pasajes y el alojamiento.
“Hay novios que cubren el total del gasto de sus invitados por los tres o cuatro días de festejos (alrededor de 2.000 dólares por invitado) y otros ayudan con la estadía, los traslados a la fiestas y las comidas”, explica Cohen.
Los invitados a las fiesta suelen contratar otros servicios turísticos: recorridos por la montaña, catas de vinos, cabalgatas, sesiones de yoga, meditación y paseos en bicicleta por los viñedos.
Con una experiencia de 37 años en la organización de bodas, el brasileño Cohen conoce en detalle el gusto de los novios que eligen casarse en Mendoza: “Son parejas que saben y gustan de beber vino, pero que también quieren casarse en un lugar especial, desértico y con nieve, distinto al paisaje que ofrece el clima de las playas de Río o Bahía”.
La fiesta principal dura 12 horas. Arranca a las 3 o 4 de la tarde y termina a la madrugada. El momento más especial es el atardecer en el viñedo cuando se realiza la ceremonia religiosa. Los novios suelen casarse por civil en su país de origen. En Mendoza realizan la boda religiosa o una bendición con un guía espiritual.
El sacerdote, pastor, rabino, pai umbanda o guía espiritual que realiza la ceremonia religiosa también forma parte de los invitados que viajan desde la ciudad de origen de los novios.
Las bodas de brasileños están generado un mercado turístico creciente. Valeria Moledo, directora de Planners Eventos y miembro del directorio de Mendoza Bureau, coordinó este año un encuentro de organizadores de eventos para capacitar a los distintos rubros: desde decoradores, a servicios de catering, música e iluminación.
Moledo asegura que hay presupuestos que se adaptan a los distintos ingresos, y que no solo personas de alto poder adquisitivo pueden realizar su casamiento o celebración especial en una bodega. También hay parejas argentinas de distintas provincias que eligen casarse en una bodega.
Alegria não tem fim
Los organizadores de bodas de brasileños en Mendoza coinciden en que los aspectos más importantes para los novios son la gastronomía, la música y la decoración con flores. En la mayoría de los casamientos, el DJ, la banda música y el florista, prefieren traerlos desde sus ciudades.
En el caso de las novias, llegan con las peluqueros y maquilladores propios para la fiesta. “No es que en Mendoza no haya profesionales que puedan hacer bien un peinado o maquillaje, sino que el estilo y gusto de las brasileñas es más extravagante y distinto al que suelen hacer en Argentina”, dice Cohen.
Un detalle que no puede faltar son los regalos de bienvenida o los bem casados, unos dulces típicos que se obsequian en las bodas de brasileros como souvenirs.
El wedding planner Cohen recordó la logística para traer 150 invitados a la bodega Piedra Infinita, del Valle de Uco, y que todo saliera perfecto. “Lo más difícil fue conseguir vuelos y hospedaje cerca de las bodegas para albergar a tantos invitados. Tuvimos que contratar un vuelo charter privado desde San Pablo a Mendoza, y trasladar a los invitados desde hoteles en la ciudad -una hora y media en auto- hasta el el destino de la fiesta”.
Julia Zuccardi, gerente de hospitalidad de Bodega Piedra infinita, Zuccardi Valle de Uco, contó que la tendencia de las bodas de extranjeros comenzó antes de la pandemia y en cuanto se abrieron las fronteras, volvió el interés.
“Viajan en grupos de familia y amigos que quieren conocer el destino, hacer actividades y al mismo tiempo participar de los múltiples eventos: la pre boda, la boda y la post boda”, cuenta Julia. Y destaca que hay mucho potencial para crecer como destino para casamientos y no solo con extranjeros, sino con argentinos que quieren festejar en el imponente paisaje de las bodegas.
Entre las bodegas más buscadas están: Salentein, Rosell Boher Lodge, Piedra Infinita, Monteviejo, The Vines, Casa de Uco, Andeluna, Melipal, Viamonte, Séptima y el Gran Hotel Potrerillos con su entorno de viñedos frente al lago.
Alejandra Gil Posleman, gerente del resort Rosell Boher Lodge, ubicado en Alto Agrelo a 30 minutos de la ciudad de Mendoza, califica de “nueva industria turística” a las bodas de destino de extranjeros y parejas del resto del país. “Aunque los casamientos de brasileños son mayoría, también hay estadounidenses y europeos que han elegido festejar en nuestro resort. Ya estamos presupuestando bodas para 2023”, comenta.
El asado es el menú favorito de los extranjeros, combinado con los vinos y verduras de estación. “Cada temporada, adaptamos nuestro menú a productos de estación y tratamos de que los turistas prueben en los distintos eventos (pre boda y post boda) estos platos”, dice la gerente de Rosell Boher Lodge, que fue el lugar elegido por Pampita y García Moritán para celebrar el aniversario de su boda.
Para crecer en este segmento hace falta más capacidad hotelera en categoría media, porque la mayoría de los invitados no puede afrontar por cuenta propia un gasto de entre 500 a 1.000 dólares la noche que cuesta alojarse en los lodges de bodegas de Alto Agrelo y el Valle de Uco.
A la mayor oferta hotelera y de vuelos, Cohen sugiere incorporar en Mendoza “más atracciones turísticas que no sean solo actividades vinculadas al vino”. Por ejemplo, centros de esquí, y recreación de nieve o parques acuáticos.
Hablan los novios
Larissa Duarte es una influencer carioca (@lariduarteoficial) que eligió Mendoza como su lugar soñado para su boda: “¡Mi esposo y yo amamos el vino! Siempre hacemos viajes con destinos enoturísticos. Como amamos los vinos mendocinos, y el paisaje es hermoso, decidimos casarnos en la región luego de un viaje por allí”.
Todos sus invitados viajaron desde Brasil. Contrataron un agente de bodas y reservaron los hoteles con anticipación.
Larissa y Marcelo iban a casarse en mayo de 2020 pero la pandemia obligó a posponer la fiesta. Casi dos años después, en abril de 2022, por fin pudieron concretarlo; “Nos tocó un hermoso día soleado, todo salió perfecto, fue emocionante”, dice la novia.
Recuerda que fue enorme su alegría cuando los invitados agradecieron por el sitio elegido para la boda: “Entendieron que era la combinación de buena comida, buen vino, hermoso paisaje de la cordillera y el animado programa de bodas que hay”, afirma Larissa.
Y después de compartir postales de Mendoza con su casi medio millón de seguidores, la influencer asegura; “Estuve realmente feliz y satisfecha con mi casamiento, y hasta el día de hoy recibo cumplidos de los invitados que fueron a la boda”.
Otra pareja de Brasil, Gabriela Yazeji y su esposo Marcelo, viajaron en abril desde San Pablo para casarse en Mendoza. La celebración fue en bodega Zuccardi Valle de Uco. “Nos gustaba la montaña, la nieve, y el paisaje bonito. Pero, también, que había un vuelo directo desde San Pablo a Mendoza”, dice Marcelo.
“Esperábamos 250 invitados, pero no todos pudieron venir porque se cancelaron muchos vuelos y las conexiones que quedaban eran de muchas horas de espera y costosas”, recuerda el novio. Al final, la fiesta fue para 150 invitados, todos extranjeros.
Gabriela describe cómo fue la boda: “Un atardecer increíble, un momento hermoso”. Y dice que recibieron comentarios muy lindos de la ceremonia. “Fue emocionante, en un lugar imponente”, agrega Marcelo.
