Femicidio de Lorena Vique: un testigo vio como el acusado le asestaba puñaladas en el estómago

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Lorena Vique y su asesino Julio Calisaya

Con la recepción de nuevas pruebas testimoniales se reanudó en la Sala V del Tribunal de Juicio la audiencia de debate en la causa seguida contra Julio César Calisaya (36), por homicidio doblemente calificado por el vínculo –relación de pareja previa- y por mediar violencia de género en perjuicio de Lorena Beatriz Vique (37).

Hoy comparecieron ocho testigos, entre ellos, una joven que estuvo en el lugar del hecho el 8 de julio de 2021, una compañera y un compañero de trabajo de la víctima y un hermano del imputado. También declararon peritos del CIF que intervinieron en la causa.

La testigo que presenció el momento en que Calisaya agredía a Vique contó que esa noche estaba con un chico en la costanera del río Vaqueros. En un momento observó que más allá, pasando el paredón, había una pareja. Estaban en una moto blanca. La testigo no pudo precisar si ya estaban ahí cuando ella llegó o arribaron después.

Dijo que “de la nada” la mujer comenzó a gritar pidiendo ayuda. Señaló que no recordaba haberlos escuchado discutir antes de eso. Con su compañero se acercaron y vieron que el imputado estaba encima de la mujer y tenía un cuchillo en la mano. Era blanco y, por sus características, lo relacionó con los que se usan en las carnicerías.

Precisó que la víctima estaba boca arriba y que el acusado le asestaba puñaladas en el estómago. La mujer le decía al acusado que la suelte y pedía ayuda. La joven indicó que, en un momento, el acusado también le pasó el cuchillo por la garganta.

Consultada acerca de la distancia a la que se encontraban, la testigo indicó que estaban muy cerca. Ellos le pedían al agresor que la dejara y entonces él les advirtió que no se metieran porque si no los iba a matar. No obstante, su compañero tomó una piedra y se la lanzó a Calisaya. Le dio en el hombro pero no detuvo la agresión. Ante esto corrieron a la ruta a pedir ayuda. Hicieron parar un auto y les contaron a los ocupantes lo que acababan de presenciar.

Durante la segunda jornada también declaró el hermano de Julio César Calisaya. Dijo que al momento del hecho vivía en la misma casa con el imputado y Lorena. Contó que estaban casados y tenían una hija en común. La damnificada tenía otros dos hijos mayores, fruto de una relación anterior. Agregó que ella era enfermera, que él trabajaba en la construcción y que su cuñada pasaba mucho tiempo afuera por su actividad laboral. Manifestó que, a su entender, tenían una relación normal. No los veía discutir y nunca escuchó a su hermano reclamarle a Lorena por una infidelidad.

El testigo refirió que la noche del 8 de julio de 2021 vio cuando la pareja se marchaba del domicilio en moto. Supuso que su hermano estaba llevando a su esposa al trabajo, como lo hacía habitualmente. No los escuchó discutir ni los vio nerviosos.

Sobre cómo se enteró de la muerte de su cuñada, el testigo refirió que se lo informó su sobrino (el hijo mayor de Vique) esa misma noche. “Mi papá mató a mi mamá”, le dijo. Indicó que, tiempo después, el joven le contó que, a partir de unas fotos, había descubierto que su madre le había sido infiel a su padrastro.

Luego declararon la dueña de la empresa de internación domiciliaria donde trabajaba Vique como enfermera y un compañero que en ese momento era su jefe.

Ambos hicieron referencia a un episodio ocurrido uno o dos meses antes del homicidio. Contaron que, un día, Lorena dijo que tenía que retirarse por problemas familiares. Al  día siguiente avisó que no iría y se ausentó durante una semana. Cuando regresó, contó que había discutido con su marido. Explicó que su hijo mayor había descubierto una infidelidad del imputado y que ya no podía estar tranquila dejándolos a los dos solos en la casa. En ese contexto comentó que estaba pensando en separarse. 

Los testigos señalaron que, luego de ese episodio, Lorena volvió a la rutina laboral pero ambos observaron que el acusado la llamaba con insistencia e iba a buscarla más seguido al trabajo. Comentaron que Calisaya hacía videollamadas en horario laboral y Vique le mostraba que estaba con sus compañeros.

El juicio unipersonal es presidido por la jueza Mónica Faber. Por el Ministerio Público interviene la fiscal penal de la UFEM, Mónica Poma. La defensa del acusado está en manos de Juan Marcelo Britos Astigueta y Lautaro Humacata. En representación del hijo de la víctima, como querellante, interviene Sebastián Schmidt Dodds.

El hecho por el cual será juzgado Julio César Calisaya ocurrió el 8 de julio de 2021, alrededor de las 23.15, en una calle ubicada al margen del río Vaqueros, detrás de la plaza Paseo Costanera.

Esa noche, policías que circulaban en un móvil fueron alertados sobre el pedido de auxilio de una mujer. Antes de llegar al puente, un hombre que se identificó como personal policial les refirió que un vecino lo había interceptado cuando iba en su auto particular para avisarle que había escuchado gritos de mujer provenientes de la plaza ubicada junto al río.

Al llegar al sector de los juegos recreativos observaron una mujer tendida en el suelo. Tenía manchas sanguinolentas en la cara, en el cuero cabelludo y en las prendas de vestir. A su lado estaba el imputado, sujetando un cuchillo a la altura de su cuello. Al ver llegar a personal policial dijo: “No te acerqués porque me voy a matar. La estoy matando porque ella me fue infiel y el otro le hace la cabeza”.

En ese instante, los oficiales solicitaron una ambulancia y trataron de tranquilizar al sujeto para que desistiera de su actitud. Uno de los policías lo rodeó y en ese momento el acusado soltó el cuchillo. Seguidamente procedieron a detenerlo. La víctima falleció antes de llegar al hospital por shock hipovolémico por heridas de arma blanca. Vique tenía alrededor de treinta lesiones cortantes, penetrantes y excoriaciones.

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