El plan Unir implementado en Salta para brindar acompañamiento familiar a un total de 3.000 niñas y niños de 126 comunidades se cae a pedazos debido a la falta de pago a más de 150 agentes en territorio.
Cobran 40 mil pesos, pero siempre hay demoras y atrasos inexplicables de más de tres meses en el pago de los magros salarios.
Muchos de los agentes a los que se denominan de territorio tienen familias a cargo y sufren las consecuencias de no poder cobrar en forma y tiempo como lo hacen los empleados estatales.
Todos ellos firman contratos cada 6 meses y ni la propia ministra de Desarrollo Social, Silvina Vargas en una reunión por zoom que tuvo con ellos la semana anterior no pudo darles certeza sobre cuando cobrarán sus sueldos. Como la consulta era insistente de cuando cobrarían la ministro opto por dejar el zoom y retirarse.
La excusa expuesta por la funcionaria y también la jefa del Plan UNIR, Belén Chalup es que de Nación no envían los fondos, pero de todas maneras les exigen que cumplan sus labores habituales con sueldos atrasados por tres meses. Incluso los amenazan con echarlos si hacen paro o no van a trabajar.
Esto no es otra cosa que explotar a la gente sin importarles a los funcionarios y responsables del Plan Unir si los trabajadores tienen para comer.
Muchos de acompañantes familiares de Unir están optando por abandonar el trabajo y buscar otras alternativas.
Otros deciden seguir esperando porque es lo único que tienen y lo poco y con meses de retraso para algo les alcanza.
Hay incluso un grupo de WhatsApp conformado por ellos junto a Belén Chalup y otros funcionarios donde todos los días preguntan casi mendigando si hay novedades con respecto al pago de los meses adeudados.
Y la respuesta es siempre la misma, “Nación no envía la plata, cuando este depositada se harán las transferencias”, tal como lo expresara también a este medio la subsecretaria de Primera Infancia, Marcela Alarcón cuando fue consultada al respecto.
También dijo que “la gente sabe cómo son estos contratos y como se les paga y que sino no les gusta pueden renunciar”. Expresó que la respuesta sobre el pago me la daría la secretaria de Prensa de Desarrollo Social, Florencia Lobo.
Cabe destacar que la consulta la realizó este medio hace más de dos meses también por el mismo tema: la falta de pago a los acompañantes familiares de Unir. Todavía seguimos esperando la llamada de Florencia Lobo.
Esto, de todas maneras, no es nada nuevo ocurre desde que el plan Unir se implementó en Salta y desde el ministerio de Desarrollo Social tratan de disimular este problema económico que no lo sufren los funcionarios que cobran puntualmente los primeros días de cada mes, sino los agentes de territorio de San Martín, Rivadavia y Orán, contratados por 40 mil pesos que padecen la incertidumbre de trabajar sin saber cuándo percibirán sus magros salarios.
Los agentes de territorio denominados acompañantes familiares del Plan UNIR de la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia tienen como finalidad implementar talleres de crianza junto a las familias de comunidades rurales y originarias del Chaco Salteño. Se trata de encuentros en los que madres, padres y adultos referentes de cada comunidad participan junto a sus hijos e hijas de actividades informativas y prácticas, charlas y juegos que contribuyen a poner en común pautas para el cuidado, la puesta de límites y el acompañamiento en el crecimiento de niñas y niños respetando la cultura de pertenencia y promoviendo hábitos de crianza respetuosos.
Esta propuesta tiene cada día más dificultades ya que los acompañantes familiares concurren menos a las comunidades porque además de cobrar poco tienen que afrontar sus propios gastos de traslado.