Después de 63 días internada en Rosario, Virginia Ferreyra murió este sábado a la madrugada. La profesora de danzas árabes había sido acribillada en la zona sur, donde su mamá la acompañó a esperar el colectivo y falleció en el acto durante un ataque perpetrado para “causar temor” en el marco de un conflicto entre bandas criminales.
A raíz de los siete disparos que recibió la tarde del sábado 23 de julio en el Parque del Mercado, la docente de 32 años fue sometida a múltiples cirugías y transfusiones de sangre en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Si bien su estado de salud mejoró en algunos momentos, nunca dejó de ser una paciente crítica.
Durante el tratamiento, los médicos detectaron complicaciones infecciosas esperables ante el daño que sufrió la bailarina durante la balacera. Este viernes decidieron operarla por un problema en la parte izquierda del tórax y después de la intervención requirió asistencia respiratoria mecánica.
Pasadas las 3.30 de la mañana, Virginia entró en shock. El director del Heca, Jorge Bitar, le confirmó a Radio 2 que tuvo una “braquicardia extrema”. A pesar del trabajo con maniobras de reanimación, la profesora de danzas árabes falleció antes del amanecer.
La muerte de Ferreyra forma parte de una serie de tres homicidios en 12 horas dentro del departamento Rosario. Este sábado a la mañana se reportó el asesinato de un adolescente en Villa Gobernador Gálvez. La noche anterior, una chica de 20 años fue ejecutada en la zona sur. En lo que va del año ya se reportaron 219 homicidios.
Virginia falleció dos semanas después de la primera audiencia imputativa sobre el ataque en el que mataron a su madre Claudia Deldebbio y también hirieron a un menor de edad que estaba en el mismo lugar con sus amigos. Según la teoría del Ministerio Público de la Acusación (MPA), los primeros dos detenidos tienen conexión con la banda que lidera René Ungaro desde la prisión.
Cómo fue el ataque a Virginia y su madre
El día de la balacera, la docente rosarina había ido a visitar a su familia. Al final de la tarde, se fue a la parada de colectivos ubicada sobre Maestros Santafesinos e Isola para volver al centro. En ese momento, un grupo de delincuentes llegó a bordo de dos automóviles y desató una lluvia de proyectiles en medio de la calle.
En primer lugar, los tiradores apuntaron contra la torre 11 de los Fonavi del Parque del Mercado. Después giraron hacia la vereda opuesta y siguieron dispararon en dirección a la Plaza Rodolfo Walsh. “El ataque no estaba dirigido en absoluto hacia quienes resultaron víctimas”, sostuvo el fiscal Patricio Saldutti.
Hasta el momento hay dos personas bajo prisión preventiva por el doble homicidio. Lautaro Cortez (19) fue imputado como el conductor del Peugeot 308 que usó una parte del grupo de agresores. Su padre Fernando (45) fue señalado como uno de los que jaló del gatillo sobre Maestros Santafesinos. Los investigadores presumen que ambos se sumaron al plan criminal a cambio de dinero.
Hasta el momento, la Fiscalía determinó que los delincuentes utilizaron armas de calibre 40 y 9 milímetros. Durante el allanamiento en el que detuvieron a los sospechosos, también secuestraron una pistola robada a un gendarme, aunque no hay indicios de que haya sido utilizada en este episodio. Mientras tanto, los investigadores trabajan sobre la hipótesis de que el caso puede tener conexiones con otros asesinatos recientes en la zona sur rosarina.