El economista remarcó que no tiene ninguna obligación con la hija de su ex. Ante esa frase, la furia de la artista fue inmediata.
Cuando parece que están entrando en una tregua, Luciana Salazar y Martín Redrado siempre lanzan alguna declaración que recrudece su conflicto mediático y judicial. La primera en arrojar una bomba fue la mediática a través de su Instagram. “Solo tiene que cumplir con todo lo que se prometió y firmó”, expuso. Luego, el economista conversó con una cronista de Socios del Espectáculo (eltrece) y se refirió a un reproche continuo de su ex: el pedido de que se revincule con Matilda.
“Quiero decirlo con todas las letras, Matilda Salazar no es mi hija. Acompañé en su momento. Luciana decidió tomar una decisión que yo respeté y apoyé mientras éramos pareja. Pero eso terminó hace 4 años. Todos los compromisos que tomé fueron cuando éramos pareja. Ya no lo soy más y, por lo tanto, no tengo ningún compromiso que cumplir, aparte de los que cumplí, que fueron muchos”, explicó el expresidente del Banco Central de Argentina.
Tras esa frase, no dudó en remarcar cuánto lo afecta el rumor que viene circulando desde hace años sobre su supuesta paternidad y las distintas chicanas de su ex: “Seguir alimentando esta fantasía de que yo soy el padre de Matilda, realmente no nos hace bien a nadie, no le hace bien a nuestras familias, ni a nadie de los involucrados. No soy el padre de Matilda”.