Son cinco aviones Super Etendard Modernise que se compraron en 2018 a la marina de Francia. La Armada Argentina dice que llegaron con piezas vencidas.
Cuentan quienes presenciaron sus encuentros que cada vez que Mauricio Macri mantenía una reunión con Emmanuel Macron, el presidente francés le preguntaba si finalmente iba a comprarle a su marina los últimos cinco Super Etendard Modernise operativos que tenía esa fuerza.
Al propio mandatario argentino le resultaba curioso que su par francés estuviese tan compenetrado con una compra que, a priori, parecería pequeña en comparación con la extensa agenda de temas entre ambas naciones.
Todo había comenzado en enero de 2017, cuando el entonces ministro de Defensa Julio Martínez le comunicó al embajador de Francia en la Argentina Pierre Henri Guignard que el país tenía intenciones de hacerse de esas unidades.
La compra finalmente se concretó en 2018 con el pago de 12,5 millones de euros (poco más de 403 millones pesos de entonces) y las unidades llegaron al país en mayo de 2019. A la cotización de enero de 2022, la operación hubiese significado casi mil quinientos millones de pesos (alrededor de 14 millones de dólares).
Se trató de una operación que le daba a la Aviación Naval de la Armada Argentina una pequeña luz de esperanza tras años de desinversión y falta de operatividad.
Sin embargo, a más de dos años de su arribo, los aviones aún no volaron ni un minuto y permanecen alojados en los galpones de la Base Aeronaval Comandante Espora, en Bahía Blanca.
Según documentación oficial a la que accedió TN, llegaron al país con componentes vencidos y el Gobierno de Alberto Fernández no logra dar con los repuestos para su puesta en funcionamiento.
Una compra de material bélico marcada por acusaciones cruzadas entre el macrismo y el kirchnerismo que deja a una histórica escuadrilla que sorprendió al mundo durante la guerra de las Islas Malvinas al borde del abismo.
La historia de los Super Etendard Modernise que nunca volaron
El operativo de Vialidad Nacional sorprendió a propios y extraños. Enormes camiones trasladaban desde el puerto de Bahía Blanca los cinco Super Etendard Modernise de más de 14 metros de largo hacia la base comandante Espora.
En esa base de operaciones tiene su casa la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de la Aviación Naval de la Armada Argentina, que ya cuenta con un lote de viejos Super Etendard desactivados por falta de repuestos.
Estas cinco nuevas unidades se compraron justamente para revitalizar a la escuadrilla y dotarla de aviones operativos que sirvieran para que sus pilotos pudiesen volar y poner en práctica lo aprendido en tierra.
Pero hasta ahora nada de esto ocurrió. Según una respuesta de la Armada Argentina a un pedido de acceso a la información pública de TN, los aviones llegaron con elementos vencidos y el Gobierno de Alberto Fernández no logró, hasta ahora, hacerse de los repuestos necesarios para ponerlos en funcionamiento.
El problema radica es que están vencidos los cartuchos eyectores de los asientos de los pilotos, lo que hace que no esté garantizada la seguridad de los que operan las unidades.
El mayor inconveniente se centra en que se compraron aviones que llevan un asiento eyector Martin Baker, que tiene componentes de origen inglés.
Ante el bloqueo de ese país a la Argentina, no es sencillo encontrar un proveedor en el mercado. Además en estos dos años sin uso se vencieron otros elementos.