El hombre tiene 29 años. El ataque fue el miércoles y la empleada de limpieza falleció 24 horas después.
Un horror. Así describen la escena aquellos que estuvieron presentes en el momento en el que Gerónimo Helguera, apodado Largui, un hombre de 29 años, ingresó a una oficina y realizó un disparó con el que mató a Mariela Márquez, una empleada de limpieza de 34 años. Según informaron fuentes policiales, Helguera había ido al lugar con su arma para asesinar un ex compañero del colegio, que supuestamente le hacía bullying.
El hecho comenzó cerca de las 10 de la mañana del miércoles, cuando Largui ingresó por la puerta principal del edificio ubicado en la Avenida Aconquija al 1000, en la localidad de Yerba Buena. La primera persona con la que se encontró fue con Mariela, que en ese momento desempeñaba su tarea casi en la puerta del lugar. “Estoy buscando a Ledesma”, le dijo. Entonces, la empleada de limpieza, le pidió que aguarde y se acercó a una oficina para consultar. Él la siguió, sacó un arma y le disparó en la cabeza.
A los gritos y a la desesperación, se le sumó la valentía de encargado del edificio y del mozo de un bar de al lado, que al escuchar el estruendo, ingresaron al lugar y golpearon a Helguera hasta que quedó reducido, acostado en el piso y lleno de sangre en su rostro. De inmediato, otro empleado dio aviso al 911 y la Policía llegó en pocos minutos. Largui fue esposado y quedó detenido de inmediato. No emitió una sola palabra.
Apenas recibió la causa, el fiscal Pedro Gallo ordenó que el asesino sea sometido a pruebas psiquiátricas. El armá que Helguera utilizó para matar a Márquez fue una pistola Colt calibre 22. En el arma había nueve proyectiles. En tanto, en su mochila, Largui tenía una caja con 29 balas. Según los investigadores, si no hubiera sido por la rápida acción de los dos hombres que lo redujeron, el asesino tenía intención de realizar varios disparos más contra los empleados del lugar. También determinaron que Largui le robó el arma un familiar, que no tenía portación.
Por otra parte, la investigación busca determinar las causas del ataque de Helguera y por qué buscaba a su ex compañero de escuela. Según la investigación, el asesino buscaba a Ledesma, ya que habrían sido compañeros durante el colegio secundario. Su objetivo era vengarse del compañero que le hacía bullying mientras cursaban juntos.
Pero, según el testimonio de ex compañeros de ambos, pudieron comprobar que, por la diferencia de edad, no coincidieron en el mismo curso y sólo compartieron pocos meses en el colegio Boisdrón. Además contaron que, al menos de manera pública, no tuvieron ningún tipo de conflicto.
En tanto, la familia de Helguera ya dio aviso a la Justicia que el hombre estuvo bajo tratamiento psiquiátrico durante varios años. Por ese motivo, sus abogados patrocinantes Ernesto Baaclini y Camilo Atim Antuni, buscan que se lo declare inimputable del crimen. “Nuestra tarea consistirá en demostrar que no puede ser acusado por su problema de salud mental y que estamos ante una verdadera tragedia”, afirmó uno de los letrados.
Por ahora, el fiscal Gallo lo imputó por “homicidio”. Mientras tanto, la jueza Isabel de los Ángeles Méndez dispuso que el acusado sea trasladado al Hospital Obarrio donde fue atendido para determinar el estado de su salud mental. “Considero que suspender la audiencia y disponer una internación, constituiría un privilegio para el imputado”, había dicho el fiscal.
Tras el ataque, la empleada de limpieza fue trasladada de urgencia al Hospital Padilla. Su estado era muy grave y al otro día, falleció. “No sabemos quién es él y por qué le hizo esto a otra persona que sólo estaba trabajando en la limpieza del edificio. Estamos esperando la investigación policial para que nos responda este y otros interrogantes”, expresó Gustavo Campos, cuñado de la mujer que murió.
Y agregó: “El detenido se desubica en su conveniencia. Para nosotros fue brutal el cuadro de los hijos de Mariela, verlos en este estado. Más allá del dolor los chicos no comprenden lo que ocurrió”. En tanto, Marisol Márquez, la hermana de la mujer asesinada, afirmó: “Estamos destruidos, extraño a mi hermana, necesitamos que se haga justicia. No se la notaba como una persona enferma”. Para finalizar, el cuñado de la mujer asesinada afirmó: “Yo no sé de qué forma se maneja la ley, pero pasé por muchas etapas de mi vida y nunca maté a nadie, uno contiene la reacción violenta. Lo escuché hablar y es una persona ubicada en tiempo y forma. Me gustaría que los vean y filmen lo que ocurre en esta audiencia y que la opinión pública diga qué es lo que ve. No es una persona enferma. Me encantaría que la opinión pública pueda ver a este hombre. Día a día trato con personas como estas, hace 32 años que trabajo en la seguridad privada. Si esta persona tiene algún problema hay mucha gente que ayuda a contener esa ira