El juicio seguido contra Marcos Lautaro Teruel, Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán se reanudó hoy con la reproducción de audios y chats que intercambiaron los imputados en 2018. Seguidamente, declaró el acusado Farfán sin responder a preguntas de las partes.
El juicio atraviesa sus instancias finales. Hoy también se incorporó la prueba reunida a lo largo del proceso. La audiencia se reanudará el jueves, con la exposición de los alegatos que serán transmitidos en directo a través del canal del Poder Judicial de Salta en Youtube.
Gonzalo Farfán comenzó ratificando las declaraciones escritas que brindó con anterioridad, incorporadas al expediente. Comenzó relatando que conoció a la denunciante P. F. G. en 2012 y describió las actividades que desarrollaban juntos. Dijo que se hicieron buenos amigos porque tenían intereses comunes relacionados a diversas ramas del arte. Sostuvo que también salían a correr y, de regreso, siempre la acompañaba a su casa porque para él era como una hermana menor. Dijo que siempre tuvo con ella un vínculo de amistad y respeto.
Sobre la denuncia radicada en su contra sostuvo que surge de “un error en los recuerdos de ella”, porque P. F. G. “cuenta situaciones que no sucedieron y omite otras que sí”.
El acusado manifestó que jamás entró desnudo a esa habitación porque una actitud así “no sería propia de él”, menos aún en la casa de Lautaro, ya que los Teruel son para él como una segunda familia.
Farfán dijo que a la habitación fue dos veces. Primero, para pedirle a Lautaro que le llamara un remis y, la segunda vez, para ofrecerle a la denunciante acercarla hasta su casa, como siempre lo hacía.
Dijo que en el trayecto, a bordo del remis, él y P. F. G. fueron conversando acerca de la reunión que tendrían la tarde siguiente en casa de Lautaro y que, efectivamente, se concretó horas más tarde, cuando se reencontraron en la pileta.
El acusado se refirió luego a su reacción cuando supo del posteo realizado en facebook en diciembre de 2018. Dijo que le molestó mucho que la denunciante “se tomara con tanta liviandad” una acusación semejante y el hecho de hacerla pública.
Confirmó que intentó contactar a P. F. G. para pedirle una explicación. Pudo hablar con ella telefónicamente y quedaron en reunirse, pero finalmente eso nunca ocurrió.
Farfán también hizo referencia a cómo repercutió en su vida personal la acusación en su contra. Entre otros aspectos, manifestó que fue desvinculado de su banda musical, que era un proyecto muy importante para él, y que además perdió dos ofertas laborales.
Finalmente habló de su consumo de alcohol y marihuana. Sostuvo que no bebe desde 2017, por decisión personal, y que lleva dos años sin consumir cannabis, entre otras cosas porque fue una de las condiciones impuestas para acceder a la tobillera electrónica. Aclaró que su consumo de marihuana siempre fue recreativo y controlado. Aseguró que nunca tuvo comportamientos desinhibidos ni agresivos con nadie.
Una de las denuncias que se ventilan en el juicio fue radicada por la madre de I. J. A., el 13 de marzo de 2019. Los abusos habrían tenido lugar en la casa del imputado Lautaro Teruel. La segunda causa se inició por una denuncia radicada el 24 de mayo de 2019. La víctima P. F. G. dijo que el hecho tuvo lugar en enero o febrero de 2014, también en el inmueble de Teruel.