Impactantes fotos del terremoto en México: edificios destrozados, autos arrasados y el pánico en las calles

Sonó la alarma y los vecinos de Ciudad de México se fueron hacia las plazas. El sismo fue de 7,1 grados y hay al menos una víctima fatal.

Autos en pedazos bajo los escombros, hospitales de campaña improvisados sobre las calles para los enfermos y edificios destrozados. Esas son algunas de las imágenes que se registraron en la Ciudad de México, donde un terremoto de 7,1 grados, con epicentro en Acapulco, sacudió con fuerza a buena parte del centro del país.

El gobernador del sureño estado de Guerrero, Héctor Astudillo, informó de que una persona falleció por la caída de un poste de luz en el municipio de Coyuca de Benítez como consecuencia del sismo, sin que se hayan reportado por ahora daños de consideración ni mas victimas.

El temblor se produjo a las 20.47 hora local (01.47 GMT), con el epicentro a 11 kilómetros al suroeste de Acapulco, en el sureño estado de Guerrero, indicó del Servicio Sismológico Nacional, que en un informe preliminar había informado de que el sismo era de magnitud de 6,9.

Hasta las 23.00 hora local se han registrado 92 réplicas del sismo, siendo la más grande de magnitud 5,2, agregó el Servicio Sismológico.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, informó en un video en sus redes sociales que “no hubo daños mayores”. Solo se reportaron “piedras caídas de bardas, lo mismo en Morelos (centro), no hay daños en Oaxaca (sur), no hay daños en Puebla (centro)”, así como tampoco en Ciudad de México.

“Hasta el momento no se reportan daños graves”, escribió en Twitter la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

La alcaldesa de Acapulco, Adela Román, reportó que “hay crisis nerviosas, la gente está preocupada porque hay réplicas”. También dijo que se habían detectado “muchas fugas de gas” en zonas residenciales.

Las autoridades habilitaron unidades deportivas para que la gente duerma allí si teme volver a su casa. En la avenida Costera se cayeron postes de luz que aplastaron vehículos, y colapsó la fachada de una iglesia.

Afuera de un hotel, un turista intentaba recuperarse del fuerte susto, mientras abrazaba a su madre de 86 años que lloraba. “Me estaba bañando y de repente sentí un movimiento muy fuerte y pues me espanté y grité”, dijo Sixto a la AFP. Solo alcanzó a salir con una toalla de baño. “Vengo con mi madre y estamos en el piso 11 del hotel (…) creo que sí quedó muy dañado el hotel”, añadió.

El movimiento telúrico provocó crisis de nervios también en el centro de la Ciudad de México, cuyos habitantes tienen fresco aún el recuerdo trágico del sismo de 7,1 grados registrado el 19 de septiembre de 2017, que sacudió al centro del país y dejó 369 fallecidos, la mayoría en la capital.

Turistas hospedados en hoteles de la avenida Reforma, una de las principales de la capital, también evacuaron despavoridos sus cuartos, según imágenes televisivas.

Cientos de personas salieron a las calles capitalinas a pesar de la copiosa lluvia. “Esto es horrible, cada vez que suena la alerta sísmica y viene un terremoto uno piensa que se puede morir”, dijo María Peña en la colonia Polanco, quien vestía pijama y tenía en brazos a un nieto. Ella también vivió un devastador sismo en 1985.