El oficialismo mantiene abiertas las negociaciones para intentar tratar el proyecto que regula las restricciones sanitarias. En paralelo, en la Casa Rosada avanzan con la redacción de un nuevo decreto para aplicar a partir del fin de semana
El gobierno nacional estudia por estas horas cómo seguir después del viernes 11 de junio, cuando se venza el decreto actual que tuvo como objetivo lograr una reducción de casos con la aplicación de un confinamiento estricto, similar a la Fase 1 que se llevó a cabo en abril del año pasado.
El presidente Alberto Fernández espera, en primer término, que la Cámara de Diputados pueda sancionar la denominada “ley pandemia” que regularía las restricciones sanitarias en todo el país y dejaría efectivo una serie de parámetros epidemiológicos para que cada provincia sepa que medidas debe tomar de acuerdo a la cantidad de casos que tiene.
El oficialismo viene negociando desde hace más de dos semanas para conseguir los votos que aprueben la ley, pero aún no ha logrado concretar ese paso. El punto más complejo tiene que ver con que, según el proyecto, los distritos que ingresen en la categoría “Alarma Epidemiológica” deberían aplicar medidas duras y, en caso de no hacerlo, el Poder Ejecutivo podrá intervenir para tomar decisiones.
Sin el apoyo de Juntos por el Cambio, el oficialismo busca voto por voto en el resto de la Cámara para tratar de lograr aprobar la ley. Fernández quiere dejar de establecer las restricciones a través de DNU, tal como lo hizo desde que comenzó la pandemia hasta la actualidad. Pero para hacerlo necesita que el Congreso le de la ley.
En cambio, si la ley no avanza, en la Casa Rosada preparan la redacción de un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que extienda las restricciones por dos o tres semanas más. Aún no está definido. Ese decreto le daría un margen mayor a las autoridades legislativas del Frente de Todos para intentar avanzar en un acuerdo con los sectores de la oposición.