El presidente Alberto Fernández debatió con sus colaboradores durante toda la jornada de ayer y anteayer si era posible volver efectivamente a una Fase 1 en el AMBA debido a la escalada de casos de coronavirus (Covid-19) en los últimos cinco días. Sin embargo hay cuatro factores que el jefe de Estado tomó en cuenta para sostener que no se puede avanzar en ese sentido en este momento.
Todo, como sucede con estas situaciones de minuto a minuto, se encuentra siempre condicionado a que la curva de contagios y, sobre todo, la ocupación de camas de terapia intensiva (UTI).
En ese contexto, Fernández dejó entrever a sus colaboradores los cuatro motivos por los cuales considera que no hay margen para aplicar una Fase 1 por ahora. El primero de ellos tiene que ver con una reunión que mantuvieron el lunes el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el diputado nacional Máximo Kirchner, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
Pensado para empezar a resolver cómo se avanza con el ministro de Economía, Martín Guzmán, los cuatro dirigentes terminaron por aceptar, a regañadientes, que salvo un expreso pedido del Presidente no hay margen económico para reflotar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP). Sin erogaciones del Estado, el cierre sería firmar el acta de defunción de varios sectores.
El segundo pasa por la postura del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que el martes fue más dura que el lunes. Mantener las escuelas, esperar a ver qué dicen los datos hasta el jueves y aceptar algún tipo de restricción extra para la circulación fueron las opciones que llevó a la mesa.
El tercero tienen que ver con el factor “bala de plata”. En la Rosada saben que no hay margen para que la sociedad aguante un confinamiento mayor por ende entienden que se trata de una opción que se tiene que utilizar una vez y listo. Y el último, tiene que ver con lo que sucedió en la provincia de Formosa cuando entre la decisión del gobernador Gildo Insfrán de regresar a una Fase 1 se generaron fuertes protestas.