El viernes último llegó desde Moscú la cuarta tanda de 400.000 unidades de la primera dosis de la Sputnik V. Se reanudó así la provisión de la vacuna rusa luego del retraso en su producción en el centro Gamaleya. Se sumaron a las casi 300.000 dosis del primer componente que llegaron a Buenos Aires el 24 de diciembre; las 300.000 de la segunda dosis desembarcadas en Ezeiza el 16 de enero; y al último envío, arribado el 28 de ese mes, conformado por 110.000 dosis del primer componente y un número igual del segundo.
En total, suman 1.220.000 de ambas dosis, casi el 6% del contrato firmado con Rusia por 20 millones de dosis. Aún no hay precisiones de la fecha en que los rusos enviarán otro cargamento y cuántas serán. Lo que si ya sabe Alberto Fernández es que Rusia no podrá cumplir en tiempo y forma con lo acordado.
Para paliar esta escasez, está previsto que el próximo miércoles lleguen 580.000 dosis de la vacuna Covishield, una variante de la fabricada por AstraZeneca/Oxford, pero producida en India, así como en las próximas semanas arribe otro millón de dosis de la vacuna china Sinopharm cuando complete el proceso de autorización legal en la ANMAT.
Si este esquema se cumple en los plazo previstos, el Gobierno apuesta a contar en marzo con 2.800.000 millones de dosis para fortalecer su plan nacional de vacunación. El presidente Alberto Fernandez – y el oficialismo en su conjunto, más allá de las internas políticas – considera que la aceleración del rezagado proceso de vacunación es clave en la consolidación de su gestión de cara a las elecciones legislativas de este año. El jueves pasado, a 11 meses del inicio de la pandemia en el país, los casos confirmados acumulados sumaron 2 millones, un número que solo figuraba en el peor escenario de un informe reservado que el Gobierno manejaba en marzo del 2020. Y un día después, Argentina superó los 50.000 muertos por COVID-19.
De la Sputnik V, la única que llegó al país hasta ahora, también se necesitan dos dosis – al igual que todas, excepto la de Johnson & Johnson- para alcanzar un 91% de efectividad.
En su portal de datos abiertos, el Ministerio de Salud de la Nación informa la cantidad de dosis de vacunas de origen ruso que ya se administraron, discriminando en primera y segunda dosis. El presidente Alberto Fernández mandó a desarrollar una aplicación digital, desde la cual monitorea en tiempo real, las 24 horas, el ritmo del avance del plan de vacunación nacional.
Si bien circuló entre partidarios del oficialismo que Argentina vacunó a “medio millón” de personas, esta afirmación es engañosa ya que para que una persona esté efectivamente vacunada debe recibir las dos dosis.
Con los últimos datos disponibles publicados por la cartera que conduce Ginés González García, se aplicaron hasta ahora un total de 609.605 dosis: 372.122 de la primera y 237.483 de la segunda. Esto implica que el 0,82% de la población recibió la primera dosis de la vacuna y solo el 0,52% recibió ambas.
Qué pasa en otros países
Con este porcentaje de vacunados, Argentina se ubica muy rezagada en relación a países como Israel, donde un cuarto de su población ya recibió las dos dosis de la de Moderna o la de Pfizer/BioNtech, y un 44% fue inoculado con la primera dosis. Los Emiratos Árabes Unidos ya disponen de más de 5 millones de dosis, lo cual representa casi la mitad de su población, aunque no se disponen de datos sobre su aplicación por dosis.
Le siguen – aunque aún lejos – el Reino Unido, donde el 21 % de la población recibió la primera dosis, pero sólo el 0,79% la segunda de las vacunas de Oxford/AstraZeneca y Pfizer/BioNTech.
Estados Unidos y Serbia ya aplicaron la primera dosis en 11% de sus habitantes, aunque la segunda dosis sólo les fue aplicada al 4 y 2% de la población respectivamente. El primero de estos países está usando las vacunas de Oxford/AstraZeneca, y Pfizer/BioNTech, mientras que el segundo, Pfizer/BioNTech, Sinopharm/Beijing y Sputnik V.
En América Latina, Chile es el país que lidera el ranking de vacunados. Al día de ayer, el 9,6% de su población recibió la primera dosis, aunque sólo al 0,29% le fue aplicada también la segunda. El país trasandino utiliza las vacunas de Pfizer/BioNTech y Sinovac.
En Brasil, (donde se aplican las de Oxford/AstraZeneca y Sinovac), el 2,33% de sus habitantes recibieron la primera dosis y apenas el 0,08% la segunda.
En Costa Rica, el 0,92% recibió la primera inoculación mientras que el 0,56 % de sus habitantes, la segunda. En este caso se usa la de Pfizer/BioNTech. En México, que usa la misma marca, el 0,50% de la población fue vacunado por primera vez y apenas el 0,07% recibió la segunda dosis.
No hay datos completos de aplicación por dosis para el resto de los países en la región.
El plan oficial de vacunación – voluntario y gratuito para los ciudadanos – prevé distintas etapas, e incluye a quienes ya tuvieron la enfermedad. Fue previsto para comenzar en las grandes ciudades, donde se concentran la mayor cantidad de casos de enfermedad o muerte por COVID-19.
Según estableció el Ministerio de Salud de Nación, el grupo prioritario que ya comenzó a recibir la vacuna es el conformado por el personal de establecimientos de salud públicos y privados, de manera escalonada según el riesgo de su actividad, comenzando por los que están más expuestos, médicos y personal de terapia intensiva y de las guardias. En total, son aproximadamente 763.000 trabajadores.
El segundo grupo a vacunar es el de los adultos mayores de 60 años que, incluidos los que viven en geriátricos, son aproximadamente 7.375.000.
Luego, recibiría la vacuna el personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de servicios penitenciarios, que suman otros 500.000.
A continuación, los adultos de entre 18 y 59 años que presentan factores de riesgo, como ser diabéticos, obesos grado 2 y grado 3, con enfermedades cardiovasculares, renales o respiratorias crónicas. El total es aproximadamente de 5.653.000 personas.
El plan contempla luego al personal docente y no docente de los niveles educativos inicial, primaria y secundaria, que totalizan 1.300.000 trabajadores.
Este universo de sectores suma 15.591.000 personas, el 33% de la población. Para alcanzar este objetivo se requerirían más de 30 millones de dosis en total.
Por último, le siguen en el cronograma otras poblaciones estratégicas que definan las jurisdicciones, habitantes de barrios populares, personas en situación de calle, pueblos originarios, personas privadas de libertad, o migrantes.
Infobae preguntó al Ministerio de Salud de la Nación la semana pasada cómo fueron distribuidas entre las provincias las 820.000 primeras y segundas dosis de la Sputnik V que llegaron en los tres vuelos que hubo entre fines de diciembre y fines de enero, ya que esa información no está disponible en el sitio de datos abiertos de la cartera.
Sin embargo, llamativamente no brindaron esos datos, y sugirieron hacer un pedido formal de Acceso a la Información Pública. Este medio lo realizó el jueves, pero la respuesta no había llegado aún al cierre de esta nota.
Respecto de los criterios de distribución a cada distrito, señalaron que “es de acuerdo a cantidad de médicos y centros de salud habilitados”.
Infobae pudo acceder a la información de cómo fueron distribuidas por otra fuente calificada del Gobierno. Según reconstruyó, esos datos fueron retirados de la web del Ministerio debido a los reclamos de los gobernadores por las dosis asignadas a otras provincias, en las que sus mandatarios habían “abultado” la cantidad de personal de la salud para recibir más dosis.
El objetivo habría sido poder disponer de un margen de vacunas para elegir a qué grupos de riesgo vacunar y capitalizarlo políticamente. Estos reclamos derivaron en una reunión en Salta el viernes del Consejo Federal de Salud (CoFeSa), en la que González García convocó a los ministros de salud de las 24 provincias para diluir malestares e informar cómo sigue el plan de vacunación.
Sí está disponible la cantidad de personas que recibieron cada uno de los dos componentes de la vacuna rusa en cada provincia, sin precisar si les queda un remanente por aplicar o si agotaron el stock asignado.
Para los dos primeros envíos, del 24 de diciembre y del 20 de enero, la provincia que más dosis recibió fue la de Buenos Aires: 123.000, correspondientes a la primera dosis y 61.500 de la segunda. Le sigue Santa Fe, con 24.100 y 2.500 respectivamente. En tanto, CABA recibió 23.100 y 12.000 del primer y segundo componente de la vacuna rusa.
La provincia que menos dosis recibió fue Tierra del Fuego, el distrito más chico del país en términos poblacionales, con 1.300 unidades de la primera dosis y 950 de la segunda.
Dosis aplicadas en cada distrito
Las jurisdicciones que más primeras dosis lograron aplicar con relación a la población fueron la Ciudad de Buenos Aires, La Rioja, Neuquén, Tierra del Fuego, La Pampa, Santa Cruz y San Luis con valores apenas por encima del 1%.
En cuanto a la segunda dosis – es decir aquellos que tienen el esquema vacunatorio completo -, ninguna provincia superó el 1% y se ubicaron entre el 0,69% (CABA) y 0,33% (San Juan).
El principal distrito del país, la Provincia de Buenos Aires, aplicó hasta ahora un total de 231.525 dosis; distribuidas entre 141.093 (primera dosis) y 90.432 (segunda dosis). Ambas dosis cubrieron hasta ahora al 0,8% y 0,5% de la población, respectivamente. La información surge del portal de datos abiertos que administra el gobierno provincial y se actualiza diariamente, cuya progresión sigue día a día el sitio CovidStats.