El piloto demostró toda su excelencia en una carrera complicada por la lluvia.
En condiciones complicadas por las constantes lluvias, el británico Lewis Hamilton (Mercedes) demostró por qué es considerado uno de los mejores pilotos de la historia, al ganar el Gran Premio de Turquía y consagrarse campeón de la Fórmula 1 por séptima vez en su carrera, e igualar la marca de títulos que ostentaba el alemán Michael Schumacher.
Hamilton, que había tenido una clasificación compleja y largó desde el sexto lugar, fue tejiendo su avance en las posiciones hasta que, apenas pasada la mitad de la carrera, se hizo cargo de la punta y nadie más lo alcanzó.
De hecho, el británico de 35 años terminó las 58 vueltas con una brutal diferencia de más de 28 segundos sobre el mexicano Sergio “Checo” Pérez (Racing Point) y el alemán Sebastian Vettel, que completó una gran carrera con la Ferrari, al subirse al podio tras largar en el undécimo puesto.