A medida que avanza el conteo de votos, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Georgia, con muchos sufragios enviados por correo aún por contabilizar, se convierten en la llave para definir quién se quedará con la presidencia
El conteo de votos avanza en Estados Unidos y la atención del mundo se comienza a concentrar en cuatro estados fundamentales que definirán quién ganará la elección presidencial en Estados Unidos. Los ojos se posan sobre Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia.
Estos tres estados suman un total de 62 votos electorales, de los cuales 16 corresponden a Georgia, 10 a Wisconsin,16 a Michigan y 20 a Pensilvania, que además es el estado natal del candidato demócrata Joe Biden.
Se estima que los resultados finales en estos estados, donde se han recibido millones de votos enviados por correo, puedan demorarse varios días en conocerse.
Los de Wisconsin podrían conocerse entre este miércoles y jueves, los de Michigan podrían llegar recién el viernes y el suspenso en Pensilvania podría estirarase hasta el fin de semana. En Georgia la balanza parecía inclinarse a favor de Trump durante la noche, pero en las primeras horas del miércoles la ventaja del mandatario se reducía, volviendo a alimentar la incertidumbre sobre el resultado final en el estado sureño, un tradicional bastión republicano.
Puede que alguna vez Utah o Alabama voten demócrata, aunque no ha sucedido en décadas; puede que alguna vez California o Nueva Jersey vuelvan a votar republicano. Pero en general son estados donde el capital político de un partido u otro está asegurado con una previsibilidad similar a las estaciones. En cambio, Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Florida, Iowa, Michigan, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Ohio, Pensilvania, Wisconsin y en ocasiones Texas son como la pluma en el viento de la canzone de Rigoletto: se los considera estados en disputa perenne, que un año pueden favorecer a los conservadores y dos años más tarde, a los liberales.