En la fecha inaugural de la Europa League, los argentinos fueron protagonistas. El torneo, el segundo en importancia detrás de la Champions, tuvo este jueves 24 partidos, correspondientes a los seis grupos. Otra muestra de gran organización: hubo fútbol en todo el continente, con las precauciones exigidas por la UEFA respecto del coronavirus.
El santafesino Lucas Alario anotó un tanto en una gran acción individual en la goleada por 6-2 de Bayer Leverkusen, de Alemania, sobre Niza, de Francia. Con el resultado 3-1, el exfutbolista de River salió reemplazado a 16 minutos del final, por el alemán Karim Bellarabi, que aprovechó la oportunidad para marcar un doblete. Exequiel Palacios también fue titular, salió en el mismo momento que su compatriota y su reemplazante, Florian Wirtz, de 17 años, también marcó, el sexto.
Otro grito argentino fue el de Adolfo Gaich, que tardó apenas cinco minutos en batir el arco rival en su debut en una competición europea. El exdelantero de San Lorenzo abrió el marcador para CSKA Moscu en su visita al Wolfsberger, de Austria, y fue reemplazado faltando 29 minutos para el final del partido. Sirvió para volver a casa con un punto, en la igualdad 1-1.
En el éxito por 5-3 de Villarreal sobre Sivasspor, de Turquía, el defensor de la selección argentina Juan Foyth marcó de cabeza el tercero de su equipo y lo celebró con la pelota debajo de la camiseta (su pareja está embarazada, sí), en lo que fue su debut en el equipo español, donde ataja Gerónimo Rulli. Los locales ganaban 2-0, desperdiciaron un penal y su rival llegó a igualar el juego en dos ocasiones (2-2) y (3-3). Lo definió con un doblete de Paco Alcácer, el segundo de ellos tras una exquisita asistencia de Foyth.
Uno de los candidatos a mejores goles del año lo hizo Kemar Roofe para Rangers, de Escocia, en el tercer minuto de descuento. El inglés selló el triunfo por 2-0 como visitante ante St. Lieja, de Bélgica, al rematar desde su propio campo luego de trabar con dos rivales para recuperar la pelota y quitarse a otros dos de encima para avanzar.
El gol de Roofe, un futbolista que fue dirigido por Marcelo Bielsa en Leeds, marcó un hito: según las estadísticas de Opta, fue el que se anotó desde más larga distancia en la historia de la Europa League. Cuando pateó, el delantero estaba a 49,9 metros del arco que defendía el belga Arnaud Bodart. Roofe había ingresado a los 29 minutos del segundo tiempo.