La líder de la Coalición Cívica criticó la estrategia utilizada para mantener a la vicepresidenta en la contienda electoral. Además, se mostró en contra de la radicalización y se despegó del banderazo #12O.
Lejos del perfil combativo, Elisa Lilita Carrió se despegó de la marcha convocada por la oposición para este lunes 12 de octubre, en contra del Gobierno, e instó a la sociedad a “empezar de nuevo, sin rencores ni pasiones”. “No convoco a la marcha”, aseguró la exdiputada y advirtió que “el que se radicalice está jugando en contra de la Argentina, ya sea por izquierda o por derecha”.
En una entrevista con Jorge Lanata en PPT Box, Lilita Carrió confirmó además que está “separada de la política partidaria”, porque no quiere “formar parte de los extremos de Juntos por el Cambio, ni tampoco de los extremos radicalizados del kircherismo”.
En otra parte de la charla afirmó que “el albertismo no existe, es una ficción”, por la pérdida de “legitimidad” ante la vicepresidenta Cristina Kirchner, a la que consideró “una contingencia dolorosa en el medio de una historia” de la Argentina.
En cuanto a los motivos por los que la vicepresidenta no fue presa cuando Mauricio Macri estuvo al frente del Ejecutivo, Carrió afirmó que fue “porque el Gobierno de Cambiemos no quería que se haga justicia” y rápidamente aclaró que ella no estaba incluida entre los que pensaban así.
“La construcción oportunista del amigo-enemigo estaba asesorada por Durán Barba y yo nunca creí en eso”, indicó la líder de la Coalición Cívica y respecto de si había hablado sobre el tema con Macri dijo que “hay cosas que dependen de la conciencia de los líderes”.