Según pudo confirmar Clarín el primer encuentro duró una hora y media. Las posturas siguen firmes y enfrentadas. El Manchester City está a la espera y con el contrato listo para firmar. El jueves volverían a reunirse.
Está difícil. Las dos palabras de Jorge Messi sirven de resumen. El padre de la criatura las usó para despejar la insistencia periodística sobre la continuidad del crack en Barcelona . Pero ese “está difícil” es el título de una negociación sin tregua. Un tironeo que arrancó hace tiempo y que ahora en Cataluña, con todos los protagonistas en el mismo escenario, se endurece aún más. Hay intereses cruzados y dos posturas enfrentadas. Quedaron cara a cara. Y arrancaron la pulseada. El resultado del primer round fue negativo. No hubo acuerdo.
Según confirmaron a Clarín, el cónclave se llevó a cabo durante aproximadamente una hora y media en las oficinas del club en el Camp Nou. Allí, palabras más, palabras menos, Jorge Messi y Josep Maria Bartomeu se dijeron lo que ambos ya dejaron filtrar ante los medios de comunicación.
El presidente del Barcelona ratificó la postura del club y es inflexible. Dijo que el futbolista tiene contrato vigente, que solo podría irse si paga la cláusula de rescisión de 700 millones de euros y le ofreció renovar el vínculo hasta 2022.
El padre de Lionel llevó a la mesa la decisión de su hijo. Dijo que ya avisó a través de un documento legal (el famoso burofax) que hacía uso de la cláusula de salida que podía ejecutar antes de finalizar la temporada, reiteró que ya no se considera jugador del Barcelona y por eso no está yendo a los entrenamientos pero aclaró que está dispuesto a no irse gratis y gestionar una salida más prolija. Allí recién entraría en juego la negociación con el club de destino.
La reunión abría dos alternativas: que alguna de las partes cediera en sus convicciones y asomara la solución o que ambos ratificaran sus posturas y la novela se extienda.
Sucedió lo segundo. Será necesario un nuevo encuentro, posiblemente este jueves. Mientras tanto, los abogados, que estuvieron presentes en la charla, jugarán sus fichas.
Si no hay acuerdo y Messi decide irse del club por considerarse en libertad de acción, Barcelona no tardará en denunciarlo ante la justicia deportiva. Eso no solo es lo que quiere evitar el entorno del jugador sino también los clubes que esperan agazapados para ir a la caza del rosarino, con el Manchester City como claro favorito.
En ese camino, otro arribo importante a Barcelona fue el de Ferrán Soriano, actual director ejecutivo del City Football Group y ex vicepresidente del conjunto culé durante el mandato de Joan Laporta. Trabaja con Guardiola, conserva una relación cordial con Messi, conoce los pasillos del Barcelona, Soriano es indicado como uno de los nexos clave para encaminar la negociación rumbo al equipo inglés.
Incluso la BBC informó que ya está acordado el contrato con el grupo accionario: sería por cinco años, el rosarino jugaría en Manchester las primeras tres temporadas y luego dos en el New York City FC de la MLS por un monto total de 623 millones de libras (alrededor de 700 millones de euros).
Si las charlas no prosperan, cada una de las partes seguirá su estrategia en la via legal. Del lado del jugador gestionarían a través de la FIFA un permiso para que pueda continuar su trabajo en otra institución. Resulta descabellado imaginar a Messi sin jugar hasta mediados de 2021 cuando termina su contrato con el Barcelona.