Francisco, sin mascarilla, reanudó los tradicionales encuentros en el patio de San Dámaso ante 500 fieles que se amontonaron para saludarlo.
Tras seis meses de cuarentena (189 días) el Papa Francisco, como siempre sin usar el barbijo, reanudó este miércoles en el Vaticano las audiencias generales dedicando su discurso principal a la solidaridad, con una audiencia de fieles apretujados. El tema está incluido en la tercera encíclica sobre la fraternidad humana que Bergoglio ha terminado de escribir hace menos de dos semanas.
Hubo estrictos controles a los que ingresaban dos horas antes al patio de San Dámaso, rodeado por el Palacio Apostólico, que incluyeron tomar la temperatura a los 500 fieles que fueron admitidos y que llevaban todos los barbijos obligatorios. En el patio, al aire libre, habían sido colocadas sillas manteniendo la distancia de seguridad de un metro y medio que impone la pandemia del coronavirus.
El pontífice se sentó en un sillón rojo con los dos escalones forrados en el mismo color. A la entrada de Francisco y cuando concluyó la audiencia, momentos en que se acercó a la gente pero manteniendo las distancias, el Papa evitó todo contacto físico.
Pero los fieles se amontonaron hasta donde podían para acercarse a saludarlo, violando las reglas. Tres parejas de recién casados, vestidas de gala matrimonial, fueron obligadas también a vestir los barbijos.
Se vio al Papa, conversar con un obispo durante dos minutos a treinta centímetros de mutua distancia. Ninguno de los dos lucía el barbijo. Nunca se ha visto al obispo de Roma usar el adminiculo pese a que recomienda siempre a los fieles respetar las normas de seguridad. También los monseñores de su comitiva eludieron los tapabocas.
En su discurso el Papa eligió el tema de la solidaridad y la fraternidad humana, sobre el que ha escrito la tercera encíclica de su pontificado.
“Después de tantos meses reanudamos nuestros encuentros cara a cara y no pantalla a pantalla”, improvisó con humor Jorge Bergoglio. “Esto es lindo!”
En el comienzo de su discurso dijo que “estos seis meses por causa de las medidas restrictivas impuestas por la pandemia en acto, se ha evidenciado nuestra interdependencia. Estamos todos ligados, los unos a los otros, en el bien y en el mal”. Francisco señaló que “para salir mejores de esta crisis, debemos hacerlo juntos, todos, en la solidaridad”. “Juntos, no solos. O lo hacemos todos juntos o no se hace”, improvisó, abandonando el texto escrito