La desaparición de Facundo Astudillo Castro podría tener esta semana un dato crucial: determinar si el cuerpo hallado el 15 de agosto en la zona de Villarino Viejo corresponde al joven, que tenía 22 años cuando lo vieron por última vez, el 30 de abril.
El martes pasado se realizó la autopsia en el laboratorio del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en la ex ESMA. Allí trabajaron durante nueve horas al menos 15 peritos de distintas disciplinas.
Según los abogados querellantes Leandro Aparicio y Luciano Peretto, la identificación genética del cadáver se conocerá “para los primeros días de septiembre”, es decir, para esta semana.
“Me quedé con la misma sensación que tuve el mismo día que acompañamos esos restos hasta acá: que era Facundo y que tengo que llevarlo de vuelta a casa (…) a mí no me caben dudas, es él y me lo voy a llevar a casa”, sostuvo su mamá, Cristina Castro.
Por su parte, el informe sobre las causas de muerte estaría listo “en un plazo de 30 a 60 días”. No obstante, la perito de parte Virginia Créimer le dijo a Clarín que ese cuerpo referencia “una muerte violenta por asfixia”.
Los investigadores de la desaparición de Facundo manejan al menos dos hipótesis, lo que mantiene enfrentados al fiscal del caso, Santiago Ulpiano Martínez, con los abogados de la querella: una desaparición forzada en plena pandemia, en la cual intervinieron cuatro policías bonaerenses, o un accidente que pudo haber sufrido el joven cuando caminaba junto a las vías en dirección a Bahía Blanca.
El pedido realizado el miércoles último por la madre de Facundo, para que sea separado de la causa el fiscal Ulpiano Martínez, terminó por convencer al Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, que decidió incorporar al equipo de investigación a otros dos fiscales de su máxima confianza: Andrés Heim y Horacio Azzolin.
Según está acreditado en el expediente, Facundo fue visto por última vez el 30 de abril pasado cuando salió de su casa, en Pedro Luro, para dirigirse a lo de su ex novia, en Bahía Blanca, pero fue detenido mientras caminaba por la ruta 3 en Mayor Buratovich por los policías Mario Gabriel Sosa y Jana Curuhinca, quienes le labraron un acta, lo fotografiaron y lo dejaron continuar camino.
Para los abogados Aparicio y Luciano Peretto, Facundo fue desaparecido entre las localidades de Mayor Buratovich y Teniente Origone.
En el destacamento policial de Origone, los investigadores hallaron un presunto amuleto de la suerte que llevaba el joven en su poder, en un basural junto a una celda abandonada.