Vencieron los tres meses de gracia del plan de refinanciación de tarjetas de crédito lanzado en abril por el Banco Central y los resúmenes comenzaron a llegar con sorpresas poco gratas. Las cuotas resultaron en muchos casos mayores a las esperadas, debido a la información poco clara transmitida por el BCRA; y además, con una cuarentena que se fue extendiendo en el tiempo y continuó minando ingresos, la sumatoria de estas cuotas volvió impagables los saldos de agosto para muchos consumi
El 10 de abril pasado, a poco de decretado el aislamiento social preventivo obligatorio por parte del Gobierno nacional, la entidad que conduce Miguel Pesce dispuso a través de la Comunicación A6964 que los saldos impagos de las tarjetas de crédito correspondientes a vencimientos entre el 13 de abril y el 30 de abril debían ser automáticamente refinanciados por los bancos en 9 cuotas fijas, con un plazo de gracia de 3 meses, a una tasa nominal anual del 43 por ciento.
La normativa del BCRA indicaba que las cuotas comenzarían a pagarse en agosto “a un valor de 147 pesos por cada 1.000 pesos refinanciados”. Lo que no aclaraba la entidad es que a ese valor había que sumarle el IVA.
Es por eso que en algunos casos en lugar de $147 por cada $1.000, las cuotas que comenzaron a aparecer en los resúmenes de las tarjetas en agosto llegaron a superar los $400 cada $1000.