La historia pocas veces vista sucede en Las Lajitas, donde un grupo de vecinos de lotes colindantes, denunciaron una vez más a un conocido agricultor de la zona por asesinar a los animales de sus vecinos cuando los mismos ingresan a los rastrojos de su propiedad utilizando para tal fin un rifle calibre 22 con mira telescópica, según una versión.
Lo cierto es que al menos cuatro vecinos presentaron reiteradamente sus quejas penales por la impune crueldad animal del sujeto denunciado, que en ocasiones mata a los equinos u otros herbívoros de granja. La mayoría de las veces les apunta a las ancas, o a la paleta del animal, el que queda herido durante muchos días, sufriendo hasta su muerte.
Los vecinos aseguraron que el productor jamás fue notificado ni amonestado por su innumerables atentados contra los animales de sus vecinos colindantes, a pesar de la lluvia de denuncias que los mismos realizaron aportando como pruebas fotografías de las heridas provocadas por «el hombre del rifle», como lo llaman en la zona.
Anoche Agustina Rodríguez, afincada al lado de la propiedad del denunciado, dijo que ya no sabe qué más hacer para detener la matanza de los caballos propios y los de sus vecinos.
l respecto la mujer le contó a El Tribuno, que ya lleva asesinando medio centenar de ejemplares, la mayoría caballos mansos utilizados para tarea de campo, desfiles de fiestas patronales y usos doméstico de transporte.
La mujer aseguró que es insoportable la crueldad del ciudadano, que se ofusca porque los animales entran a su propiedad cuando la misma no está cercada debidamente. Otras veces deja las tranqueras abiertas a propósito para aniquilar a los pobre caballos, que no entienden ese tipo de cacería cruel.
Luego agregó que denunciaron los hechos desde hace mucho tiempo atrás, incluso al lugar llegó personal de Criminalística a ver las heridas y las muertes de los animales causadas por el hombre del rifle.
«Esa gente convino que el arma utilizada es una carabina calibre 22».
Tenemos varios animales heridos en estos momentos, imposibles de ser tratados por nosotros al haber recibido varios impactos de bala. Se están desangrando, están muriendo y aunque tengamos alguna culpa no es dable matar a los caballos de esta manera, queremos una solución y una investigación judicial, como corresponde», dijo la mujer en representación de otros propietarios.