Luego de tanta espera, Lanús volvió a la actividad en el estadio Néstor Díaz Pérez para afrontar su debut en la Copa Sudamericana contra el San Pablo, la potencia de América que llegó a su compromiso luego de quedar eliminado en la fase de grupos de la Libertadores.
El comienzo no fue como el esperado. A pesar de la ansiedad y de las ganas vertiginosas que intentaron llevar el pleito a la zona de Tiago Volpi, algunos errores defensivos a cargo de Guillermo Burdisso facilitaron la tarea de Brenner para que el goleador brasileño festeje el 1 a 0 en la Fortaleza. La experiencia de José Sand y la velocidad de Pedro De La Vega no eran herramientas suficientes para llegar a la igualdad, y en el entretiempo Luis Zubeldía intentó modificar la rebeldía ofensiva de sus dirigidos para poder lastimar al gigante.
En el complemento el Granate consiguió triangular a través de sus hombres más incisivos y un toque del Pepo, un centro de Di Plácido y un disparo del Pepe conformaron el tanto de la igualdad que llevó más tranquilidad al banco local. El eterno y vigente Sand fue el autor del grito de desahogo gracias a su oportunismo.
La segunda etapa fue propia de un espectáculo cargado de dinámica y tensión. El eterno ídolo puso a Lanús en ventaja, pero la felicidad se disipó cuando Brenner volvió a llegar a la red. Todo era cambiante. Hasta que Facundo Quignón se elevó en el área enemiga y le puso cifras definitivas al choque con su cabezazo: 3 a 2 y fiesta del Granate.
De todos modos, la llave quedó abierta y se resolverá en la ciudad paulista. El que consiga el boleto a la siguiente fase continuará su travesía internacional frente al Audax Italiano o Bolivar, un cruce que tiene arriba al equipo chileno por su triunfo por 2 a 1 en el primer duelo