La Justicia de Catamarca condenó este miércoles a Juan Carlos Aguilar, alias “El chacal”, un hombre que abusó durante 14 años de su hijastra, María Milagros Vázquez, con quien tuvo dos hijos producto de las violaciones, y luego la mató brutalmente a golpes a mediados de julio del 2024.
El acusado fue sentenciado a prisión perpetua, durante un juicio abreviado que se realizó en la Cámara de Sentencia en lo Penal de la provincia, imputado por el delito de homicidio doblemente calificado por mediar violencia de género y por femicidio, en concurso real.
La condena se dio en un tiempo récord de cinco meses. “El crimen fue el 13 de julio y se cerró el diciembre la instrucción. Luego, se elevó la causa juicio. Iba a ser por jurados, pero se logró hacer el sorteo del juez director y se cerró un acuerdo de partes para que sea abreviado”, explicó a TN la abogada de la querella, Marcela González.

aría Milagros Vázquez fue asesinada y el único sospechoso es Juan Aguilar, su padrastro. (Foto: TN)
“Me mandé una macana con la María”: el crimen y la confesión
El 13 de julio, a las 12 del mediodía, María Milagros estaba almorzando con su hermana Lara cuando llegó a la casa Juan Aguilar. Entró violentamente y le dijo que se tenían que ir porque iban a cocinar locro y empanadas para vender. Lara se ofreció a ayudarla y fueron juntas a preparar la comida.
A las 16.30, según la declaración de la hermana, Aguilar le pidió que lo acompañe a “cortar pasto al monte”. Agarró un machete, dos bolsas de arpillera y se subió a la moto. Detrás de él iba María. Esa fue la última vez que la vieron con vida.
Ya de noche, alrededor de las 20, Aguilar volvió solo a su casa y le confesó el crimen a una de sus hijastras. “Me mandé una macana con la María”, le dijo. Rápidamente, la adolescente llamó a Lara y le contó todo, en medio de un fuerte llanto.

María Milagros Vázquez tenía 23 años.
La mamá de la víctima fue hasta la comisaría a hacer la denuncia y la Policía de Catamarca activó el protocolo de búsqueda casi de inmediato. Primero, fueron a buscar al sospechoso a su casa, pero no estaba.
Recorriendo el pueblo, lo hallaron a dos kilómetros de la Ruta Nacional 157, con una soga en el cuello, con intenciones de quitarse la vida. Estaba ebrio y no quiso hablar ante los oficiales. Lo único que dijo, una vez en la comisaría, es el lugar donde estaba el cuerpo de María.
Los efectivos del pueblo de Recreo hicieron un gran despliegue en la zona que había marcado el sospechoso y, en un camino rural de la ruta 116 sobre el paraje La Suerte, encontraron a la joven tirada entre los pastizales, ya sin vida. Al lado de ella había un machete. En un principio se pensó que la había asesinado con esa arma. Sin embargo, la autopsia reveló que la causal de muerte fue por asfixia mecánica.