4 mujeres y 4 hombres fueron condenados por comercialización de estupefacientes agravada por cometerse en un lugar de detención. Los acusados reconocieron su responsabilidad en los hechos.
La investigación, que demandó meses de trabajo, permitió esclarecer la estructura de una organización delictiva que operaba dentro de la Unidad Carcelaria 1, dedicada al ingreso, acopio, distribución y comercialización de estupefacientes entre internos. A partir de pruebas contundentes obtenidas mediante intervenciones telefónicas, tareas de inteligencia criminal, vigilancia encubierta y allanamientos simultáneos, la Fiscalía logró acreditar la responsabilidad de los imputados, quienes recibieron penas de hasta doce años de prisión por comercialización de droga agravada en contexto de detención.
La intervención de UFINAR inició tras detectar movimientos irregulares dentro del penal, donde algunos internos accedían con facilidad a sustancias ilícitas, lo que generó alertas dentro del sistema penitenciario.
La droga era introducida al penal por personas del entorno de los internos, que burlaban los controles de ingreso. Una vez dentro, la sustancia era fraccionada y distribuida a través de un sistema interno de comercialización, donde los pagos se realizaban tanto en efectivo como mediante transferencias electrónicas a cuentas de terceros.

Carola Alejandra Campos Arancibia, Marta Mariscal Ruiz, Erica Tamara Figueroa y Macarena Beatriz Zalazar fueron condenadas a cuatro años de prisión.
Alan Nahuel Arias, Carlos Javier Aparicio, Neri Julio César Carranza fueron condenados a 6 años de prisión efectiva.

Matías Ángel Marcelino Rojo, en una situación similar, cumplirá una pena total de doce años y dos meses de prisión efectiva por la unificación de una condena previa.
Aparicio cumplirá 9 años y 10 meses, mientras que Carranza 9 años y 10 meses por unificación de penas con condenas anteriores