En una audiencia flexible y multipropósito se resolvió un caso que involucró hechos de amenazas y desobediencia judicial, con una sentencia de prisión efectiva para un joven de 23 años.
La secuencia de eventos que condujeron a esta resolución comenzó el 17 de febrero de 2025, cerca de las 9 de la noche. Se presentó en el domicilio de sus abuelos, ubicado en el Barrio El Jardín, mostrando una actitud agresiva y amenazando a su abuela con “abrirla como campera”, generando así temor en los presentes por su integridad y tranquilidad.
Pero esto no fue todo. Unas horas más tarde volvió al domicilio y a los gritos de manera violenta insistió para que lo dejen entrar. Nuevamente los insultos y las amenazas formaron parte de la situación, aunque en esta ocasión agregó el detalle de mostrar un cuchillo, con lo que intensificó la sensación de peligro para los moradores de la vivienda.
Ante esta nueva situación personal policial lo detuvo.
A esto se sumó que todas estas actitudes del joven implicaban un claro incumplimiento a las medidas cautelares que le había impuesto unos días antes el Juzgado de Violencia Familiar y de Género, y que le notificaron con anterioridad.
El caso llegó a una audiencia flexible y multipropósito encabezada por la jueza de Garantías 1 Ada Zunino, durante la cual él reconoció su participación y responsabilidad en los hechos, y prestó conformidad con el acuerdo al que había llegado su defensa con el fiscal interviniente.
Fue condenado a la pena de ocho meses de prisión de ejecución efectiva por haber cometido los delitos de amenazas y desobediencia judicial en concurso real. Pero además fue declarado reincidente por tercera vez, ya que tenía condenas anteriores.
Será alojado en la cárcel de Villa Las Rosas para el cumplimiento de la condena.
