Una audiencia culminó con la prisión preventiva de un joven de 21 años, luego de una serie de incidentes de violencia familiar.
Los hechos que llevaron a esta medida se desencadenaron el pasado 3 de febrero pasado, cuando fue denunciado por su propia madre. En su testimonio, la mujer relató con angustia cómo su hijo se presentó en su casa empuñando un cuchillo sierrita y un pico de botella roto, y así la amenazó de muerte, extendiendo las intimidaciones hacia el padre del joven y manifestando su intención de “sacarle los ojos” y dañar la propiedad.
La mujer logró cerrar rápidamente la puerta de la casa con lo que impidió el ingreso de su hijo, pero él siguió tratando de entrar. Tardó tanto en su intento que se quedó dormido en la calle.
La gravedad de este episodio se vio agravada por los antecedentes del joven, que ya contaba con denuncias previas por hechos similares y una medida de exclusión del hogar y prohibición de acercamiento dictada por el Juzgado de Violencia Familiar y de Género en enero de 2024.
En la audiencia flexible y multipropósito el juez de Garantías interviniente escuchó los argumentos de las partes. Si bien la madre del acusado manifestó no sentir temor de su hijo en ese momento, atribuyendo su comportamiento violento al consumo de drogas y expresando su deseo de darle un “escarmiento”, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva del joven.
Tras analizar los fundamentos el juez dispuso la prisión preventiva del joven de 21 años, a quien se le imputó la posible comisión de los delitos de coacción, desobediencia judicial y amenazas con arma en concurso real.