José Guillermo Soto fue condenado a un año de ejecución condicional por el delito de retención indebida y deberá cumplir una serie de reglas de conducta.
Un hombre denunció que en 2016 llevó su automóvil marca Mitsubishi al taller de propiedad de Soto para que le realizara diversas reparaciones del motor. El mecánico le solicitó la compra de distintos repuestos para la rectificación del vehículo.
Sin embargo, con el paso del tiempo y a pesar de haber intimado al acusado en dos oportunidades, mediante cartas documentos para que devolviera el automóvil, éste nunca cumplió con la entrega. En su lugar, el damnificado solo recibió falsas promesas de cumplimiento por parte del ahora condenado.