La moratoria, fue llevada al recinto con una postura dividida por parte de la oposición que hizo explícito su aval a la necesidad de dar beneficios a los contribuyentes con inconvenientes e incluso logró incorporar una cláusula con premios para quienes lo hicieron en tiempo y forma. Sin embargo, se mostró intransigente respecto al artículo 11 que permite el ingreso a la moratoria a quienes tienen deudas del impuesto a los combustibles y al juego. “El Congreso está dando a los argentinos dos buenos mensajes y una señal negativa. Desde Juntos por el Cambio apoyamos el auxilio a contribuyentes y empresas asfixiados por la caída de la actividad económica. Pero rechazamos la amnistía encubierta para empresarios cercanos al Gobierno”, dijo el jefe del interbloque Mario Negri, en directa referencia a Cristóbal López, quien enfrenta una deuda impositiva de más de $ 10 mil millones por su empresa Oil Combustibles.
El titular de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, subrayó que “esta moratoria con menos tasa de interés está pensada para que las empresas que están volviendo a la actividad puedan sobrevivir”. Si bien la oposición le hizo sentir la vigencia de la grieta al Gobierno al no participar de la presentación de la reforma judicial, en el Congreso buscó negociar modificaciones para sacar iniciativas con consenso. Sobre este punto, el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, no dejó pasar la oportunidad de enrostrarle al Frente de Todos la actitud opositora y le recordó: “Esta Cámara sesionó más que el año pasado y eso también es responsabilidad de la oposición.
Tiene que haber un reconocimiento a esta oposición que se sienta a debatir todos los temas”. Desde el oficialismo, Sergio Massa pareció responder y agradeció “el trabajo de todos los bloques políticos que, sin vanidades, colaboraron en la construcción de esta acción tan importante para las empresas argentinas”.
