La prestigiosa revista gastronómica posicionó al shawarma como el mejor sándwich global, y destacó además la creatividad culinaria de América Latina con platos como la arepa y el chivito uruguayo. Cuáles fueron los nacionales que resultaron elegidos y en qué posicion quedaron.
La revista gastronómica Taste Atlas publicó su más reciente ranking de los 100 mejores sándwiches del mundo, otorgándole el primer lugar al shawarma como la mejor opción a nivel global. Este plato, con raíces en el Imperio Otomano, sobresale por su combinación de tradición y versatilidad. La lista también resalta la riqueza culinaria de América Latina, que figura con varias recetas icónicas que reflejan historia, identidad y sabor.
De esta manera, la gastronomía latinoamericana se confirma como un pilar de la cocina mundial gracias a la creatividad y la diversidad de sus propuestas. Entre los más reconocidos aparecen clásicos como el jibarito de Puerto Rico, las tortas de México y la butifarra de Perú, que representan no solo sabores únicos, sino también tradiciones culturales profundamente arraigadas.
Argentina figura con cuatro sándwiches destacados, que reflejan la diversidad de su cocina popular. El lomito, en el puesto 11, encabeza la representación nacional. Le siguen el choripán, el sándwich de milanesa y el bondipan, cada uno con sabores intensos y fuerte arraigo cultural. Estas preparaciones subrayan la importancia del asado, el chimichurri y otros ingredientes que consolidan la identidad gastronómica del país.
El reinado del shawarma
El shawarma, número uno en el ranking de Taste Atlas, es mucho más que un simple sándwich. Este plato tiene su origen en la época del Imperio Otomano, y su nombre proviene del término turco “çevirme”, que significa “girar”, en referencia al asador giratorio donde se cocina la carne.
Este método permite que la carne, ya sea de cordero, pollo, ternera o una mezcla, se ase lentamente, logrando una textura suculenta y un sabor único. La clave de su éxito radica en su marinada, que puede incluir ingredientes como yogur, vinagre, ajo, canela, clavo, limón y pimentón, creando un perfil de sabor inconfundible.
Argentina y sus cuatro representantes
Lomito (puesto 11)
El lomito, una joya de la gastronomía argentina, se presenta como un sándwich imponente y lleno de sabor. Está compuesto por finas rodajas de lomo de res, uno de los cortes más tiernos y magros.
A esto se le suman una combinación de ingredientes clásicos: tomate fresco, hojas de lechuga crujiente, cebolla, una generosa capa de mayonesa y el característico chimichurri que da el toque final.
Pero el lomito no se detiene ahí. En sus versiones más completas, incluye jamón cocido, queso derretido y un huevo frito que corona la creación, añadiendo riqueza y textura.
El choripán, ícono de la comida callejera argentina, obtuvo el puesto 23 por su simpleza y sabor único
Choripán (puesto 23)
Más que un sándwich, el choripán es un ritual en Argentina. Este ícono de la comida callejera es inseparable de las parrillas y eventos sociales como el asado. Su simpleza es su fortaleza: un chorizo jugoso, hecho a base de carne de cerdo o una mezcla de carne vacuna, se asa lentamente a la parrilla para liberar todo su sabor.
Se sirve dentro de un pan crocante y, a menudo, se acompaña de chimichurri, una mezcla de ajo, perejil, vinagre y especias que realza el sabor del chorizo.
Aunque la receta básica se respeta ampliamente, no faltan las variantes creativas: desde chorizos con especias o hierbas frescas hasta panes artesanales y aderezos personalizados, como salsas picantes o incluso palta.
El sándwich de milanesa, originario de Tucumán, se posicionó en el lugar 31 con su receta tradicional y variaciones
Sándwich de milanesa (puesto 31)
El sándwich de milanesa, conocido en Tucumán -de donde es oriundo- como “sánguche de milanesa”, es un platillo que trasciende generaciones. Su base es una milanesa crujiente, elaborada con carne de res finamente empanizada y frita hasta alcanzar un dorado perfecto.
Esta se coloca en un pan baguette o similar, que se corta longitudinalmente y se unta con mayonesa o chimichurri. A esto se suman ingredientes frescos como lechuga, tomate y cebolla.
En Tucumán, este sándwich tiene un lugar especial en el corazón de los lugareños, quienes lo consideran un emblema de la región. Las sangucherías familiares, pequeños negocios especializados en esta delicia, son lugares de culto donde se disfruta con acompañamiento como papas fritas o puré de papas.
El bondipan, hecho con bondiola de cerdo y chimichurri, representó a Argentina en el puesto 35 (Moshu)
Bondipan (puesto 35)
El bondipan, o sándwich de bondiola, es una variante del choripán que emplea bondiola de cerdo, un corte jugoso y sabroso que se cocina a la parrilla o al horno hasta alcanzar un punto de cocción ideal. Este corte se caracteriza por su equilibrio entre grasa y carne, lo que lo hace especialmente tierno y lleno de sabor.
El bondipan se sirve en un pan francés o baguette, crujiente por fuera y suave por dentro. La carne se sazona con chimichurri y, en algunos casos, se le añade un toque de jugo de limón o salsa picante.
Como ocurre con muchos sándwiches argentinos, el bondipan suele disfrutarse de pie, en mercados o puestos callejeros, lo que resalta su naturaleza práctica y accesible.
Latinoamérica en el mapa del sabor
El chivito uruguayo, un sándwich nacional cargado de churrasco, jamón y queso, llegó al puesto 40